La vía marítima como alternativa logística para la comercialización de frutas y hortalizas, además de viable económicamente, es deseable. Resulta sencillo poner de manifiesto algunas de sus ventajas: mejora de los costes de transporte y por tanto, ofrece mayor competitividad, la duración del viaje es similar al de otras modalidades,… Pero sobre todo, se trata de una opción adaptada a la nueva realidad internacional, ya que son varios los países con normativas que condicionan el transporte por carretera de larga distancia, amparados por una política europea que trata de limitar el paso de camiones por la red viaria comunitaria, fomentando el uso del transporte ferroviario y marítimo. Y es que el incremento en la factura energética de la mayoría de los países europeos implica una revisión en profundidad de los usos del transporte utilizados, aunque en ocasiones se parapeten esas políticas bajo el eufemismo de la sostenibilidad medioambiental.
Este último aspecto adquiere un especial interés en el Norte de Europa, donde los consumidores y la gran distribución otorgan cada vez más importancia a los efectos del transporte para la sociedad y el medio ambiente. La medición de la huella de carbono de cualquier actividad económica es utilizada como reclamo publicitario. Sólo en el caso de España, sin apenas recursos energéticos, la utilización del transporte combinado marítimo – terrestre, permite ahorros importantes del consumo de combustible, y una reducción de las emisiones de CO2 de en torno al 50% sobre las que produce el transporte por carretera.
Bajo este escenario internacional, la Autoridad Portuaria de Almería, muy sensible a estos retos logísticos del sector hortofrutícola español, trabaja desde hace años para propiciar las condiciones que permitan la comercialización de frutas y hortalizas del Sureste por vía marítima con destino a los principales mercados europeos. Porque además de los beneficios antes mencionados, y según la experiencia que hemos logrado al desarrollar diversos proyectos de este tipo, la vía marítima ofrece también otras ventajas que suponen un cambio cualitativo en la organización de las expediciones de producto. Por poner un ejemplo, la opción marítima establece salidas regulares de barco que contribuyen al crecimiento de la venta planificada en las comercializadoras de perecederos. Por otra parte, el establecimiento de una tarifa fija de transporte por campaña ayuda a la estabilidad de los precios finales del producto en destino, eliminando la incertidumbre de la estacionalidad en las semanas de punta de venta. Además, la creación de una plataforma de consolidación de producto en las terminales portuarias de destino es uno de los aspectos cuya consecución es objetivo prioritario para las empresas más grandes del sector exportador almeriense.
Son innovadoras soluciones logísticas que el sector debe aprovechar.