El origen español pide un mayor protagonismo. KIWIS LA ISLA

Este producto vive “un momento excelente”, como afirma Juan Cimas, responsable de Kiwis La Isla, compañía asturiana con más de 30 años en el sector. Su demanda en el mercado nacional se ha disparado de forma exponencial y lo que es más importante aún, es un producto que ya se consume todo el año. El problema radica en la falta de oferta española para dar respuesta a este consumo creciente. Solo en Asturias, en 2016, la producción alcanzó las 5.000 toneladas (Tn); sin embargo, los españoles ingieren cerca de 70.000 Tn anuales.

Conscientes de la importancia de aprovechar esta coyuntura, Kiwis La Isla acaba de adquirir una plantación en A Coruña (Galicia) que les permitirá incrementar su volumen en torno a un 40%, alcanzando las 1.000 toneladas. “Nos movemos, prácticamente, en la misma latitud, de modo que las condiciones climatológicas y, por tanto, la calidad del kiwi son iguales”, explica Cimas, quien añade que su objetivo es aumentar la presencia del producto español en los lineales durante su campaña. Para complementar esta oferta local y abastecer así a sus clientes durante los 365 días, recurren al kiwi de importación, en concreto de Chile, entre los meses de junio y noviembre.

“ Abastecen a sus clientes todo el año complementado su oferta con kiwi de importación

En el último año, la firma asturiana ha invertido más de un millón de euros en la compra de esta nueva finca y, además, la ampliación de sus instalaciones con la adquisición de una nave en la que clasifican, refrigeran, envasan y desde donde, posteriormente, distribuyen su producto.

El 90% de su kiwi se queda en el mercado nacional, sobre todo en Madrid, Barcelona, Bilbao o Sevilla. Lamenta Cimas que el consumidor local, el asturiano, continúa sin valorar el producto de la zona, aunque entona el mea culpa: “Los propios kiwicultores estamos deteriorando la imagen del kiwi en Asturias, ya que los frutos pequeños o deformes son los que se quedan aquí”.

Otras zonas
La cada vez mayor demanda de kiwi ha favorecido la plantación de esta fruta en zonas con climas bien distintos al del norte del país como puede ser Valencia. Para el responsable de Kiwis La Isla, esta no es una opción, sino que habría que incrementar la superficie de cultivo en Asturias, una tarea muy complicada. La mayoría de las plantaciones son muy pequeñas, 200 hectáreas pueden estar en manos de 200 productores, y esto no es rentable. Por ello, apela a la mediación del Gobierno regional que, para Cimas, debe ver en este sector una “alternativa a la industria siderúrgica, que está cayendo”.

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