“El control biológico en cítricos funciona, pero cuesta dar el paso”. BIOLINE IBERIA
La continua reducción de materias activas obliga al sector a avanzar hacia el control biológico para combatir plagas como el cotonet de les valls (Delotococcus aberiae) y otras especies, para las que Bioline Iberia ya ha diseñado un protocolo.
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Importantes avances
El control biológico en cítricos continúa creciendo y, de hecho, empresas como Bioline Iberia llevan años implementado sus protocolos en las distintas zonas productoras nacionales, desde Andalucía hasta la Comunidad Valenciana, pasando por Murcia. “Tenemos claro que estas estrategias funcionan, pero muchas veces cuesta dar el paso y, es más, hay quien lo da cuando ya no ve otra alternativa posible”, explica Manuel Gómez, su responsable de Desarrollo, en clara alusión a la continua prohibición de materias activas y la aparición de resistencias en las plagas a las pocas que aún se pueden utilizar.
Un control eficaz
Gómez afirma que, a día de hoy, “hemos logrado establecer una estrategia eficaz y viable para el control biológico de las plagas más importantes que afectan a los cítricos”, que ha permitido un manejo mucho más sostenible del cultivo. De hecho, algunas de las plagas que antaño eran un problema, como el minador de los cítricos, la cochinilla acanalada o la mosca blanca, hoy en día son controladas por insectos beneficiosos que aparecen de forma natural, gracias a que “somos capaces de llevar a cabo un manejo respetuoso con los mismos”. En estos casos, defiende el papel de los técnicos especialistas a la hora de asesorar a los productores sobre cuál es la mejor estrategia de control de plagas dependiendo de su zona de cultivo, el tipo de cítrico y, si es posible, incluso la especie de la plaga. De este modo, “podemos determinar el momento justo para realizar las sueltas, adelantándonos al problema”.
El cotonet de Les Valls, en el punto de mira
El control biológico del cotonet específico de los cítricos (Planococcus citri), que también puede afectar a otros cultivos como parral, ornamentales y hortícolas, es muy eficaz mediante la introducción del depredador Cryptolaemus montrouzieri (Cryptoline) y el parasitoide Anagyrus pseudococci (Anagyrline) dentro de la estrategia.
Bioline Iberia ha adaptado sus estrategias en cítricos a los nuevos desafíos, demostrando su eficacia
No obstante, la aparición de la nueva cochinilla (Delettococcus aberiae) ha supuesto otro reto, convirtiéndose en la plaga más problemática a día de hoy en el sector de los cítricos. Llegada de Sudáfrica, se ha detectado ya en la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, donde avanza con virulencia, si bien, de momento, no existe constancia de su presencia en Andalucía. “Es una plaga que, prácticamente, acaba de llegar y, hasta hace poco, desconocíamos de forma precisa su comportamiento”, comenta Gómez, quien defiende la celeridad con la que el sector y la propia Administración han iniciado la búsqueda de fórmulas para su control. Los resultados, eso sí, llegarán poco a poco.
En el caso concreto de Bioline Iberia, han diseñado un protocolo de actuación basado en sueltas de Cryptoline (Cryptolaemus) y aplicación de productos bioprotectores dentro de su gama de residuo cero, así como crisopas (Chrysoline) que han demostrado ser una herramienta complementaria muy interesante. Todo ello sin olvidar la importancia de seguir investigando y poner a disposición del agricultor nuevas herramientas, como parasitoides específicos de esta especie de cotonet.
Los enemigos naturales de Bioline Iberia contra:
1. El cotonet: Cryptoline (Cryptolaemus), Anagyrline (Anagyrus pseudococci) y Chrysoline (Chrysoperla carnea).
2. Araña roja: Californiline (Amblyseius californicus) en sus exclusivos sobres Gemini, que se adaptan especialmente a las condiciones de este cultivo al aire libre; y Phytoline (Phytoseiulus persimilis).
3. Pulgón: Aphiline (Aphidius colemani y matricariae), Aphidoline (Aphidoletes aphidimyza) en su exclusiva formulación en blíster, Chrysoline (Chrysoperla carnea) y Adaline (Adalia bipunctata).