“El consumidor europeo aprecia el sabor y el aroma de un buen melón Piel de Sapo”. BOLLO
A pesar de las dificultades de la campaña pasada y la incertidumbre de esta, Bollo mantiene como prioridad la calidad de su producto para seguir fidelizando a un consumidor cada vez más exigente y con más alternativas.
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Campañas
El año 2022 se caracterizó en Bollo por tener una menor superficie de plantación y una baja productividad, debido a las altas temperaturas y la calima que provocaron plaga de pulgón, tanto en los invernaderos como al aire libre, lo cual lastró al sector.
La campaña 2023 de melón y sandía se ha iniciado con muy buena calidad ya que el clima durante los meses de marzo, abril y mayo han sido favorables para la producción, con buen cuaje y engorde. De momento, para el ciclo temprano tienen más producción con calidad Bollo por hectárea que la campaña anterior, las expectativas son positivas.
Agua
Bollo es consciente de las consecuencias de la falta de agua que, junto al aumento de los costes, están provocando que muchos cultivos de regadío se hayan pasado a secano, o algunos directamente se hayan abandonado. “Los más valientes suelen ser nómadas y buscan en otras zonas de Andalucía o de Castilla la Mancha para cultivar, pero si nada cambia acabaremos con la agricultura en nuestro país”, señalan desde la compañía.
Tendencias
El mercado europeo está aceptando muy bien el melón Piel de Sapo. Francia, por ejemplo, ya no consume solo Galia o Cantaloup, también es consumidor de melón Piel de Sapo y aprecia su sabor y aroma. “Los productores españoles lo que debemos conseguir es potenciar aún más el Piel de Sapo y llegar a toda Europa, es un producto con mucho margen de crecimiento”.
No obstante, hoy día, perciben desde la firma valenciana que el consumo en España de melón se ha visto mermado. Al ser dos frutas de verano, la tendencia es una mayor demanda de sandía, “venimos de veranos muy calurosos y el consumidor opta por refrescarse más con la sandía”, concluyen.
