El arándano onubense se apunta definitivamente al control biológico
La progresiva eliminación de materias activas por parte de la Unión Europea, está provocando que cada vez sea mayor el número de empresas que opten por el control biológico como única herramienta eficaz para frenar las plagas que afectan al sector de berries.
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¿Qué es el control biológico de plagas y enfermedades?
El control biológico consiste en reducir las plagas por medio del uso de enemigos naturales; estos enemigos pueden ser otros insectos benéficos como depredadores y parasitoides, microorganismos como bacterias y hongos o extractos. Esta alternativa se establece bajo la premisa del cuidado al medio ambiente y la preocupación por la seguridad alimentaria de los consumidores.
Esta herramienta es aplicable a cualquier tipología de cultivo y se convierte en un valor añadido en ecológico o residuo cero, pero que debiera serlo también para el convencional, ya que su uso en determinadas ocasiones críticas es complementario a los fitosanitarios.
Arándano en Huelva
La explosión del cultivo de arándanos en Huelva se ha producido en los últimos 12 años, es mucho más reciente que la fresa, que comenzó en los años 80. Ello ha provocado que el arándano se expanda bajo unos criterios de sanidad vegetal mucho más estrictos que, como ejemplo, solo cuenta con tres materias activas aprobados por Europa. Así más del 50% de los productores de arándano de Huelva ya producen con control biológico, mientras que el dato para el conjunto de berries solo alcanza un 15-20% (según fuentes consultadas).
Inevitablemente Huelva mira a Almería como ejemplo de implantación de esta herramienta, la provincia andaluza más oriental se vio obligada a ello tras el caso del pimiento que en 2006 hizo saltar las alarmas en Alemania por sus altos niveles de plaguicidas. Muchas similitudes existen entre ambos cultivos, tanto por su extensión como por densidad de la zona invernada. Esta técnica ha marcado un punto de inflexión para los agricultores, al finalizar la dependencia a los plaguicidas y la mejora cualitativa de sus cosechas.
Analizamos con diferentes empresas del sector la evolución y el impacto que está teniendo esta herramienta, las nuevas plagas y soluciones, así como su eficacia en campo.
· Cristina Dasi, responsable Técnica de Agrobío.
· Gonzalo García, Director Comercial de Koppert España.
· Isabel Díez Cruz, responsable Área Andalucía Occidental, Extremadura y Portugal de Bioline.
· Juan Barroso Molina, técnico Agrónomo de Fran & Lolo.
· Mateo Aroca, director Técnico de SP Soluciones Agrícolas.
Actualmente el cultivo de arándano sufre tres plagas principalmente, para lo cual es fundamental llevar a cabo una estrategia y para lograrlo es vital contar con un buen asesoramiento técnico en campo. El agricultor debe anticiparse a las plagas realizando las sueltas en el momento adecuado y a la dosis recomendada, solo así se podrán alcanzar los objetivos de control de la plaga para aumentar la longevidad de la planta y su productividad.
Principales plagas:
Pulgón
Uno los principales problemas fitosanitarios que sufre el arándano en Huelva es el pulgón (Aphis gosypii, Aphis spiraecola, Myzus persicae y el reciente Ericaphis scammelli). Su daño se produce en el crecimiento de la planta y posteriormente afecta al fruto con la presencia de melaza y posterior aparición de hongos.
Desde enero-febrero ya pueden aparecer las primeras colonias de pulgón en Huelva, como nos comenta Mateo Aroca, director Técnico de SP Soluciones Agrícolas, dependiendo de las temperaturas y variedades, “ya empezamos a ver las primeras colonias utilizando diferentes parasitoides para su control, según la especie de pulgón, siendo el más utilizado Aphidius colemani”, que maneja un alto grado de eficacia.
El pulgón es una plaga conocida y con un protocolo muy definido en Agrobío, para quien una de las metas de este año es empezar con el control biológico conservativo. “No simplemente el inundativo, es concretar y mantener una población constante con nuestras islas de biodiversidad”, comenta Cristina Dasi, su responsable Técnica, quien añade que lo más importante con el pulgón es su clasificación para saber qué insecto auxiliar utilizar porque no todos son eficaces.
Se trata de una amenaza controlada con una alta eficacia con técnicas de control biológico, “en el caso de Bioline, frenamos el pulgón con distintos parasitoides y depredadores, aunque todo va a depender del grado de infestación, variedad, sanidad del cultivo, condiciones ambientales, residuos de productos fitosanitarios utilizados con anterioridad, biodiversidad en la parcela…”, según señala Isabel Díez Cruz, Bioline.
Isabel Díez Cruz, Bioline: «El control biológico será una herramienta más
que irá creciendo con el tiempo, pero la solución no es todo en ecológico
ni todas las plagas tratadas con control biológico, debe haber
un equilibrio entre todas las herramientas»
Thrips
Esta plaga es bien conocida por ser altamente polífaga y está representando una seria amenaza para los arándanos. Ahora mismo solo hay pocas materias activas permitidas para el tratamiento fitosanitario de Thrips, que está causando más problemas en el cultivo de berries. Además, los fitosanitarios para su tratamiento no son tan eficaces puesto que a partir de la segunda aplicación la plaga comienza a generar resistencias y baja su eficacia.
Mateo Aroca (SP Soluciones) recomienda definir una estrategia de control integrado, “es necesario un manejo integrado para el control de una plaga tan complicada como el Thrips, para ello, nosotros liberamos en el cultivo Amblyseius cucumeris al final del invierno, principio de primavera, cuando las temperaturas comienzan a subir y antes del desarrollo de la plaga”. Pioneros en Huelva con el uso de este insecto, por su rápida instalación en el cultivo y los buenos resultados obtenidos desde hace varios años.
Koppert, con el Thrips Frankliniella occidentalis ya controlado, está tratando el Scirtothrips con la combinación de un depredador inicial como Neoseiulus cucumeris, mientras la suelta de Orius se va preparando semanas antes, señalar que su departamento de I+D está avanzando pruebas con el Limonicus y obteniendo muy buenos resultados.
“Para este Thrips, aunque se hace control biológico en cultivo ecológico, el mayoritario se realiza es en cultivos en convencional”, puntualiza Isabel Díez Cruz de Bioline.
Esta plaga puede afectar en cualquier momento del cultivo, el equipo de I+D+i de Agrobío tiene definidos protocolos con suelta de diferentes ácaros, pero está desarrollando y profundizando en las dietas alimenticias de estos ácaros y mejorar así sus condiciones de instalación y que la eficacia aumente.
Mateo Aroca, SP Soluciones AGRÍCOLAS:
«El futuro se presenta complejo: nuevas plagas, cambio climático,
más resistencias… Pero de alguna forma a todo ello se puede ir
haciendo frente con el control biológico,
como una herramienta que es muy efectiva»
Cotonet
Esta plaga muy presente en cítricos, hace ya varios años que ha dado su siguiente paso con el arándano. Han existido casos muy puntuales, pero desde hace cinco años en Huelva todas las empresas tienen algún caso de Cotonet en arándano. La cercanía de ambos cultivos en esta región ha provocado que la transmisión fuese inevitable.
“Tenemos un protocolo para Cotonet muy definido con muy buenos resultados y económicamente viable para el agricultor. Si el timming es bueno la eficacia es alta con Anagyrus vladimiri complementada puntualmente con Cryptolaemus montrouzieri”, comenta Gonzalo García, director Comercial Koppert España.
En el caso de SP Soluciones, el cotonet también se aborda utilizando parasitoides como Anagyrus vladimiri, complementado con el uso de algún depredador como Cryptolaemus, “es una plaga muy agresiva, así que tenemos que elegir muy bien el momento de la liberación de Anagyrus vladimiri y apoyado con Cryptolaemus en los momentos adecuados”, explica Mateo Aroca.
Ventajas y obstáculos para el agricultor
Juan Barroso, FRAN & LOLO:
«Muchos agricultores están acostumbrados
a tratar desde siempre, es muy fácil tratar y olvidarse,
pero el futuro está en el control biológico,
aunque requiera el esfuerzo de hacer un seguimiento
y un manejo»
Precio
Las empresas dedicadas al control biológico son conocedoras de la presión de costes que sufren los agricultores, quienes han visto los resultados y lo que demandan son soluciones a precios asumibles.
“Casi nadie habla ya de precio, el control biológico por hectárea representa como mucho un 3-4% del coste, están más preocupado por la eficacia del tratamiento”, asevera Gonzalo García, director Comercial de Koppert España.
“La inversión en control biológico al final es mucho más sostenible y está dando resultados a corto plazo. Por supuesto tiene un coste, pero totalmente asumible por el productor ya que los resultados en campo son muy buenos”, profundiza Mateo Aroca de SP Soluciones Agrícolas.
“La ventaja es que las empresas que utilizan el control biológico saben cómo manejar el cultivo sin residuos y eso se traduce en precio”, concluye Cristina Dasi, responsable Técnica de Agrobío.
Gonzalo García, Koppert: «En mi caso, llevo 25 años en el sector
oyendo que el control biológico es el futuro,
pero ahora por fin es una realidad, bien por convencimiento
o por limitaciones de materias activas»
Fitosanitarios
La presión actual al agricultor con la limitación de materias activas le obliga buscar alternativas con urgencia, pero expertos del sector apuntan a que no querrían ver una transición tan ‘radical’ como la que se vivió en Almería de un año para otro. Argumentando que en Huelva no se han hecho mal las cosas, que este proceso tiene un mayor impacto si la transición es por necesidad, más que por obligación.
Aunque la realidad es que el control biológico donde tiene más sentido es en arándano, si no sería imposible su cultivo porque no hay otra alternativa.
Cristina Dasi, Agrobio: «La ventaja es que las empresas
que utilizan el control biológico saben cómo manejar
el cultivo sin residuos y eso se traduce en precio«
Comprometidos
En Huelva existe una tendencia creciente de empresas hacia el uso de control biológico, descubren el resultado, lo constatan en sus fincas y, finalmente, la rentabilidad compensa su inversión. De esta manera, las empresas confían en esta técnica ante la eliminación de más materias activas.
“La labor de los técnicos de campo es muy importante, asesorando al productor y al técnico de la finca. Es importante que vean que el desarrollo de los insectos que sueltan es el adecuado y que las plagas se van controlando semana a semana”. Para Mateo Aroca de SP Soluciones, quizás el mayor obstáculo sea un tema percepción, desconocimiento o desconfianza, que desaparece conforme el agricultor ve los resultados.
“Cuando el agricultor sea consciente de que en algún momento puede haber repuntes de plaga, pero le mostramos niveles del 70-80% de eficacia, porque el 100% no existe, entonces ese agricultor tendrá plena confianza en el control biológico” detalla Cristina Dasi, responsable Técnica de Agrobío.
El caso práctico lo vemos con Fran & Lolo, y concretamente con Juan Barroso, técnico Agrónomo de esta empresa. Producen exclusivamente arándanos ecológicos y están muy implicados con el control biológico. Tras más de 20 años en el sector, trabajando arándano convencional vieron cómo las materias activas se iban eliminando y decidieron apostar por el control biológico. “Llevamos ya 13 ó 14 años con esta herramienta y el resultado ha sido excelente, aunque el camino haya sido complejo, todos los años vamos aprendiendo algo nuevo” explica Barroso.
Reconoce que existe una merma productiva del ecológico frente al convencional, pero aboga por transformar esa idea y comprender que el mercado con tantas limitaciones va a evolucionar y, además, paga esta diferenciación con un mejor precio.
“Si es verdad que a veces puedes tener contratiempos con el control biológico, pero yo lo digo a boca llena: el control biológico funciona”, concluye.
Futuro
No existe ya futuro sin control biológico, que dará paso a cultivos más sostenibles, con menos tratamientos químicos o tratamientos con productos de nueva generación, que no dejen residuos. En Huelva, el número de empresas ecológicas apenas han variado en los últimos años, por lo que la tendencia es al crecimiento de residuo cero.