Earthbag, el primer envase con un 95% de papel. CMSA
La firma murciana CMSA, especializada en la fabricación de maquinaria y envases, está inmersa en un proceso de reinvención que le llevará a erradicar el plástico de sus soluciones de envasado.
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Cuando hace unos dos años comenzó a librarse la ‘guerra al plástico’, en CMSA se dieron cuenta de que esta suponía un punto de inflexión en el sector de la fabricación de envases y, en lugar de centrarse en ganar una batalla, decidieron ir a por la victoria final. “Entonces surgieron pseudo-alternativas como los plásticos reciclados o los bioplásticos”, recuerda José María Meseguer, CEO de la compañía, quien afirma que, en su caso, “consideramos que esta no era la solución definitiva, ya que, de algún modo, continuaría habiendo plásticos en la naturaleza, y optamos por un camino mucho más complejo: erradicarlo y hacerlo gracias al uso de materiales sostenibles”.
Desde ese momento, la empresa cambió totalmente su filosofía, centrándose en la economía circular, y se ha marcado un objetivo claro: “No queremos transformar ni un gramo de plástico más en un plazo máximo de dos años”.
«Supermercados europeos ya están utilizando el Earthbag para patatas, cítricos o cebolla»
Earthbag es el primer resultado de esta reinvención de CMSA, un envase fabricado con un 95% de papel y cuya malla está elaborada a base de hilo de papel y bambú, facilitando el posterior reciclado. Además, y en el caso de que este envase acabara en la naturaleza, se degradaría totalmente, ya que el papel utilizado no procede de celulosa química, sino que “es simplemente pasta de papel diluida”. Para su uso, es necesaria una cerradora específica que también puede utilizarse para otro tipo de envases, siempre que estén montados en rollo.
Earthbag ya ha llegado al lineal de la mano de Jumosol y el sello ‘Alcampo Producción Controlada’, pero CMSA no piensa quedarse ahí. “Hay otros supermercados europeos que están utilizándolo para patatas, cítricos o cebolla”, comenta Meseguer, quien afirma que “está teniendo una aceptación bárbara”. De cara al futuro, confía en su afianzamiento en las grandes cadenas de Europa; primero, porque responde a la demanda social de mayor sostenibilidad y, en segundo lugar, porque incluso hay países como Francia que están eliminando el plástico de sus lineales.