“Debemos seguir innovando para dar respuestas a los problemas futuros” ONUBAFRUIT
Así lo afirma Francisco Javier Contreras, presidente de Cobella, cooperativa socia de Onubafruit, quien destaca, por ejemplo, el compromiso de su entidad con la sostenibilidad y el medio ambiente, que les ha hecho merecedores del Premio Sigfito en la categoría Planeta Verde.
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Son muchos los motivos por los que Francisco Javier Contreras, presidente de Cobella, se siente satisfecho de la decisión adoptada en su día por su cooperativa de formar parte de Onubafruit, y que resume en dos cuestiones fundamentales: la constancia a la hora de poner en marcha todas las herramientas necesarias para dar respuesta a la demanda de los consumidores y la diferenciación que han logrado con respecto a su competencia.
Esa diferenciación hunde sus raíces en el carácter innovador de la cooperativa de segundo grado que, según Contreras, debe seguir caminando por la senda de la integración “como primer pilar para poder negociar al nivel que los operadores del sistema requieren”. Como segundo pilar para seguir innovando, apunta al desarrollo de nuevas frutas que ayuden a la cura de enfermedades crónicas; y el tercero se centra en la tecnificación de todas las áreas de la empresa, ayudando así a los agricultores a desarrollar su actividad basada en datos objetivos, de modo que consigan racionalizar aún más el uso del agua y otros insumos.
Afrontamos los nuevos retos desde el conocimiento que nos da la veteranía y la apuesta constante por las nuevas tecnologías
Si bien hay quien cree que la pandemia podría suponer un hándicap a la innovación en los próximos años, Contreras opina todo lo contrario: “Aprenderemos a convivir con el COVID-19, gracias al uso de los medios sanitarios y al sacrificio imponente de sus profesionales”. Asimismo, en un tiempo próximo, “la humanidad volverá a la normalidad en todas sus formas, si bien es verdad que no todos saldremos al mismo tiempo de la crisis e igual de favorecidos”.
Pese a todo, la innovación no debe cesar y, llegado a este punto, se refiere a la innovación colaborativa como el mejor modelo para seguir avanzando: “Se ha hecho patente en tiempos de COVID-19, y sirva como pequeño ejemplo el de los respiradores fabricados por impresoras 3D”. Para el presidente de Cobella, la “velocidad de los cambios” es tal actualmente que “es imprescindible que exista innovación y que sea colaborativa para dar respuesta a los problemas específicos que nos deparará a cada empresa y sector el futuro”.
Hablar del futuro de las berries es hablar también de la sostenibilidad de su modelo productivo, y en este asunto, Contreras pone el foco en la generación de residuos de la actividad agrícola y en cómo entidades como Cobella los gestionan de forma adecuada. “Los agricultores y ganaderos llevamos desde tiempos inmemoriales viviendo del entorno rural, por tanto, algo hemos hecho bien cuando hasta estos momentos el mundo rural se sigue preservando mucho mejor que cualquiera de los rincones del mundo más urbano y masificado”, afirma Contreras, quien insiste en que “todo esto no quita que tengamos que seguir esforzándonos en cuidar nuestro entorno, tanto urbano como rural, siendo los agricultores y ganaderos los mayores preconizadores e interesados en proteger nuestro medio de vida y el de las generaciones futuras”.
En este sentido, y en lo que respecta a la gestión de envases de productos fitosanitarios, Cobella recibió en 2020 el Premio Sigfito en la categoría Planeta Verde. “Entre las cooperativas del grupo Onubafruit es una práctica habitual seguir el protocolo establecido legalmente para los envases de productos fitosanitarios”, insiste Contreras.
Sobre los restos de aceites y filtros que genera la maquinaria agrícola, el presidente de Cobella explica que esta es tan sofisticada que, “si no eres un profesional de la mecánica, no puedes hacer esos cambios de filtros y aceite, pues la maquinaria lleva unida una actualización del software una vez producidos esos cambios que necesita de un especialista en la materia y en dichos equipos electrónicos, muy específicos para cada marca de maquinaria, servicio que solo puede dar un taller de mecánica especializado”.
Los residuos que genera el mundo agrícola y rural son de diversas índole y con tratamientos legales muy distintos, si bien tienen en común la necesidad de estar concienciados y realizar una gestión precisa y muy profesional, como “hacemos desde nuestro departamento encargado para tal fin, en el que se encuentra al frente una profesional destacada y concienciada con la necesidad de nuestros agricultores y de nuestro mundo rural”. En esta línea, Contreras enumera residuos como el plástico blanco, negro, tif, tubería y cintas de riego, pilas y baterías, cartón, papel de oficina, tóner de impresoras, tubos fluorescente, bombillas, envases de productos no fitosanitarios, cualquier tipo de material electrónico, etc. Todos ellos son residuos que gestionan en Cobella, siendo muy estrictos en el cumplimiento de la normativa vigente. Cada uno de ellos requiere de un tratamiento específico y por medio de convenios concretos de sistemas integrados de gestión con empresas externas autorizadas. Contreras recuerda que “esta gestión tiene un costo que nuestros agricultores pagan de forma directa con tasas establecidas en la normativa y otras de forma indirecta que costean por su uso”.
Por ultimo, el presidente de Cobella aprovecha la ocasión para dar las gracias a sus “compañeros agricultores por haber hecho posible que nuestra cooperativa haya sido galardonada con el citado premio en la categoría Planeta Verde”.
Nuevos actores del agro
La entrada de fondos de inversión en el sector hortofrutícola es una realidad, si bien el presidente de Cobella tiene sus reticencias al respecto: “Dar por hecho que están preparados para cumplir con los requisitos de la gran distribución es mucho decir, aunque no me cabe la menor duda de que lo intentarán, pues para ellos su entrada en el sector hortofrutícola es una inversión más que una forma de vida, y tendrán que rendir cuentas a sus accionistas”.
Frente a la inversión que para estos fondos supone el campo, Contreras defiende que “para nosotros es una forma de vida y si algo nos destaca es nuestra capacidad de adaptación, yo diría que somos camaleónicos, un animal en peligro de extinción que abunda en nuestro entorno y ha sido preservado gracias a nuestros antepasados hasta nuestros días en la provincia de Huelva”. Gracias a este carácter “camaleónico”, los productores onubenses “afrontamos los nuevos retos desde el conocimiento que nos da nuestra veteranía en el sector, nuestro afán de superación y la apuesta constante que hacemos por las nuevas tecnologías”, afirma Contreras, para quien “mi ideal sería una gran plataforma que aunase, en líneas generales, al agricultor, almacén, calidad, comercialización, distribución y consumidor; todo en tiempo real, con la mayor transparencia y gracias al uso de la mejor tecnología para cada eje”.