El principal motor en la revolución tecnológica que representa Maf Roda es la alta definición que ofrece su maquinaria en la selección de la calidad de los productos, tanto desde el punto de vista externo como interno. Su avanzada tecnología es capaz de seleccionar la fruta por calibre, peso, densidad, color, forma, grados brix, firmeza… Y lo hace sin golpes, con suavidad, con un trato sensible que facilita el envasado en dos tiempos, según la calidad y maduración de la fruta, optimizando todo el proceso. Un tratamiento válido tanto para fruta de hueso como para cereza. En esta última se combina la selección con el tratamiento de conservación sanitaria. “Se pueden confeccionar en directo con envase final y en dos tiempos las de envasado a paquete cerrado y pesado”, explica el gerente de Maf Roda, Bernardo Ferrer.
La posibilidad de hacer de una vez todo el proceso de manipulación con garantías similares a uno manual, permite asegurar el producto a los clientes, poder elegir mercados lejanos y sobre todo, acortar el tiempo al mínimo entre la recepción de la cosecha y la expedición de la misma, es decir extender la vida comercial de las frutas sin mermar sus cualidades. Y es que el “tiempo es dinero”, lo que sumado a las reducciones de los costes, conlleva a un mayor beneficio, o al menos ayuda a alcanzar un mayor margen para ser competitivos.
En Maf Roda seguirán apostando por desarrollar la analítica interna de la fruta, con el objetivo de diferenciar sus cualidades para garantizar un producto. “Dar valor añadido a la fruta es asegurar el éxito de la marca y de su origen”, añade Ferrer. Fortalezas que debemos mantener todos para ser competitivos.•