La apuesta de los viveros por variedades con más valor añadido en cuanto a sabor y postcosecha es cada vez mayor, y cooperativas como Cobella (Onubafruit) ponen el foco en estos aspectos y no tanto en el rendimiento productivo de la planta. “Producir lo hace cualquiera, pero nosotros buscamos calidad”, afirma José Manuel Vázquez, responsable técnico de Cobella.
Así, en su reparto varietal en Castilla y León, además de contar con Fortuna y Rociera, disponen de Primoris y Marimbella. “También tenemos la variedad de fresa Portola para la producción del norte”, añade. Todas muestran, de momento, un desarrollo favorable a mediados del mes de junio: “Tenemos buenas impresiones y expectativas de la planta”, señala.
Desde Cobella son conscientes del problema que existe de restricciones de materias activas para el cultivo de la fresa, sin embargo, manifiestan que, “en nuestro vivero, hasta el momento, las herramientas que tenemos son suficientes para lograr una buena sanidad vegetal de la planta”, entre otros motivos, gracias a la rotación de terrenos que realizan, según declara Vázquez.
Un camino hacia la sostenibilidad en el que también contribuyen con el uso de tecnología en sus campos, como son las sondas de humedad instaladas, que miden diversos parámetros del cultivo para permitir un mayor control y ahorro de recursos como el agua e insumos.
En cuanto a la pandemia, el aumento de costes que ha conllevado la implantación de medidas de seguridad e higiene en el día a día del vivero no ha tenido consecuencias negativas, sino todo lo contrario: “El rendimiento productivo en procesamiento de planta en almacén ha sido incluso mayor que otros años, los trabajadores han tenido más espacio y han trabajado con seguridad”, concluye.
16 ha de superficie de viveros:
· 7 ha Fortuna
· 5 ha Rociera
· 2,5 ha Marimbella
· 1 ha Portola
· 0,5 ha Primoris
“ Las herramientas y las prácticas que realizamos son suficientes para lograr una buena sanidad vegetal