CMR Group, una compañía global en expansión
El holding, con un crecimiento anual del 10%, prevé alcanzar en 2019 los 180 millones de facturación en su 140 aniversario, después del proyecto de ampliación de Mercabarna y la apertura de nuevos mercados.
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“Somos fruteros de toda la vida, una empresa global con producto los 12 meses del año”. Así resume Carles Martí Sousa, Director General de CMR Group, la evolución y el momento que vive la compañía que dirige “junto a un gran equipo”, en alusión a Carles y Jordi Martí, sus hijos, responsables del área internacional y peninsular respectivamente, y “arropados por un amplio, experimentado y formado equipo profesional”. En el próximo ejercicio, la compañía cumplirá 140 años con el objetivo de alcanzar los 180 millones de euros de facturación, con un crecimiento anual medio del 10% durante los últimos años.
Para sostener estos resultados, CMR desarrolla una política de inversiones en línea con sus planes estratégicos, y que alcanzó el pasado año los ocho millones de euros, montante invertido en la construcción de las nuevas instalaciones de CMR INFINITA en Mercamadrid y cuya preinauguración tuvo lugar el pasado mes de octubre mediante un evento de presentación del mismo al que acudieron más de 300 actores del sector. Para el nuevo año está planificada una ampliación de la sede central contigua a Mercabarna por un importe estimado de tres millones de euros.
La consolidación de este grupo de origen familiar, según explica Carles Martí, es fruto del trabajo continuado de varias generaciones dedicadas a la misma actividad empresarial de comercialización hortofrutícola. La compañía posee filiales comerciales en Mercabarna, Mercamadrid, Mercaleón, Perpignan, Holanda y Marruecos, estructura que la convierte en un “operador global de productos hortofrutícolas” que apuesta por una política de servicio comercial a “remitentes”. Así, su cometido se centra principalmente en forjar alianzas estables con productores para comercializar sus productos”.
“Y todo este proceso, dada nuestra experiencia y capacidad, lo hacemos bien y con mucha agilidad, evitando que haya intermediación sin valor añadido”, añade el Director General de CMR Group. Otras de sus grandes apuestas es la “integración vertical” entrando en producción, a través de la filial CMR Brasil, que aporta melón, sandía y papaya en contraestación “sin solapamientos con la producción española, a la que complementa, y con el objetivo de vender productos los doce meses del año”. También desarrollan la producción de uvas en Sudáfrica, ya que “los productos de temporada lo son aquí en España y en cualquier lugar del mundo donde se cultiven”.
Entre sus productos estrella, “dentro de la globalización tenemos que hablar de Plátano de Canarias y Bananas del mundo”. Los berries son la segunda gama de la firma, “con un volumen impensable hace dos décadas”, resalta Carles Martí. Las frutas y hortalizas de CMR llegan a toda Europa y al norte de África, además del mercado peninsular. La firma dispone de más de 3.000 clientes activos, desde grandes superficies a minoristas de fruterías que se abastecen en sus puntos de venta de los diferentes mercados mayoristas donde están ubicados. Mercados centrales que, según el directivo, son unidades alimentarias “perfectas” y desde donde la compañía ha desarrollado gran diversificación de sus ventas.
Defiende el papel de concentración de los mercas
Carles Martí, Director General de CMR Group, hace una encendida defensa del papel de la concentración en los mercados como Mercamadrid y Mercabarna, frente a los cambios que se están produciendo en la comercialización tradicional de los Mercas. Por eso quiere dejar clara la apuesta de su grupo por estar presente con instalaciones propias dentro de estas unidades, como se demuestra con la reciente inauguración de una nueva central de CMR INFINITA en el “corazón de Mercamadrid”. Destaca en este sentido que “la Administración ha facilitado la realización de este ambicioso proyecto”.
Martí valora que en los mercas prime “la ley de oferta y demanda sobre cualquier otro componente para la obtención del precio”, y eso solo se logra a su entender con una gran concentración de oferta que sirve de reclamo y atracción a una amplia tipología de clientes y destinos porque “si el producto está disperso, se pierde la sintonía del mercado”. Defiende que ésta es una gran herramienta para que las producciones hortofrutícolas no pierdan valor. “Aquí se ajusta el precio, siguiendo la tendencia del mercado, si hay poco melón es caro y si hay mucho se cotiza a la baja”. El mayorista es el que genera el precio real del producto, en opinión del Director General de CMR, y esto “se puede ver perjudicado si no se mantiene un importante volumen de concentración”. En Mercabarna, un merca acuciado por problemas de espacio, el grupo no logró los terrenos que necesitaba para su ampliación, así que mantiene la sede contigua a dicha Unidad Alimentaria.