La campaña de manzana francesa se presenta, en término de volumen, normal, quizás ligeramente inferior a la anterior, debido a la propia vecería del frutal. Sin embargo, la firma Blue Whale aumentará su comercialización gracias a la reciente incorporación en su estructura de la entidad BVL, que es la tercera mayor productora de Francia, ubicada en el Valle del Loira. Un importante paso que Pascal Marrocq, responsable de las ventas a España, nos explica durante la celebración de la feria Medfel. “Tendrá sin duda un efecto decisivo en nuestra estrategia empresarial, pues garantizamos no sólo un mayor volumen comercial, pasando de 180.000 toneladas de manzanas a casi 230.000 tn, sino también disponer de producción propia en las cuatro grandes zonas de producción del país: Sur Oeste, Valle del Loira, Aviñón y Los Alpes, con las garantías que esto nos ofrece”, describe el comercial, añadiendo que BVL también incorporará la pera a la oferta de Blue Whale. “Estamos aún determinando si todo se englobará bajo la marca Blue Whale. Son detalles que aún debemos perfilar dada la reciente firma del acuerdo entre las entidades”.
Sus clientes, los grandes beneficiarios
Esta será sin duda la gran novedad con la que Blue Whale arranca la campaña, haciendo extensivas sus exigencias agronómicas a la producción que se incorpora de BVL. “Garantizaremos los mismos parámetros de calidad y seguridad en toda la fruta que comercialice Blue Whale, ofreciendo seguridad a nuestros clientes, quienes se beneficiarán de una oferta constante y de calidad”, añade Pascal, quien nos trasmite con entusiasmo otro nuevo reto de la entidad, alcanzar el 100% de la producción Sin Residuos. Un ambicioso programa en el que llevan trabajando desde hace ya tres años y con el que pretenden adelantarse a las demandas de los nuevos consumidores. “Implica un control total no sólo en el campo, sino también en la central, y para ello contamos con la participación de empresas de maquinaria, de conservación, con laboratorios…”, detalla Marrocq, convencido de que esta será también una vía para poder hacer frente a las restricciones fitosanitarias con las que se encuentran a la hora de alcanzar nuevos mercados.
Mayor producción, con calidad y sin residuos, sin duda las claves que definirán el comercio mundial de manzana en los próximos años.