AGQ Labs diseña programas de fertilización a medida
La firma ofrece a cada productor soluciones nutritivas adecuadas según las necesidades de la plantación en cada momento.
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El uso excesivo de un fertilizante para aportar un elemento asimilable puede originar un desequilibrio con otros elementos, afectando el desarrollo y producción de la planta, pudiendo ocasionar incluso problemas de salinización de suelos. Por ello, en el cultivo del fresón, gran parte del éxito se asocia a la fertilización, es decir, a utilizar una disolución nutritiva adecuada aportando los nutrientes necesarios para el óptimo desarrollo de las plantas.
Mediante el servicio de Seguimiento Nutricional de Cultivos, AGQ Labs ofrece a cada productor el diseño de soluciones nutritivas adecuadas a las necesidades de su plantación en cada momento, buscando la optimización de las condiciones nutricionales del sistema Suelo-Agua-Planta. En AGQ Labs llevan más de 20 años trabajando junto a las principales empresas productoras de fresa en el mundo, generando valores de referencia de productividad.
Este sistema se encarga de monitorizar el cultivo analizando desde la aplicación de fertilizante, la disponibilidad de nutrientes en el suelo, hasta la respuesta de la planta mediante un programa de muestreo foliar. Este proceso se repite varias veces según su fenología y, en su conjunto, facilita la toma de decisiones más acertadas en cada momento. Con ello se evitan deficiencias nutricionales, se mejoran los rendimientos y se obtiene una mejor calidad de fruta, lo que es condición necesaria para concurrir a los exigentes mercados internacionales.
Proceso
La monitorización de la planta permitirá establecer la concentración salina a una presión osmótica que no disminuya el rendimiento del cultivo. Se recomienda que los fertilizantes aportados no aumenten más allá de 1 dS/m (mmho/cm) la conductividad eléctrica del agua de riego, por lo que en ocasiones deberá fraccionarse la fertilización lo máximo posible. En este sentido, la conductividad eléctrica (CE) de una disolución nutritiva permite medir la salinidad que se generará en la zona radicular de la planta, es decir, en la solución del suelo.
Lo ideal sería que la CE del agua más la de los fertilizantes no supere 1.5 mmhos/cm. En condiciones de agua y/o suelo con niveles elevados de salinidad, conocer el efecto salino de los fertilizantes permitirá elegir aquellos que menor incremento de CE produzcan. La solubilidad y el incremento de CE para cada fertilizante no solo depende del tipo de sal fertilizante, sino de las impurezas que contiene. Por este motivo, es de gran importancia el diseño y control de las Soluciones Nutritivas.