Antama cree negativo que cada país UE pueda decidir si se cultiva o no OMGs
La UE ha aprobado que sea cada país miembro quien decida el uso de transgénicos o no.
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La Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, el Medio Ambiente y la Alimentación (Fundación Antama) cree negativo que la Unión Europea (UE) permita a cada Estado decidir si en su territorio se permite producir cultivos con organismos genéticamente modificados (OMGs).
Según ha opinado a Efeagro su directora, Soledad de Juan, «nacionalizar una política común europea basándose en razones no objetivas es un precedente negativo y contrario al espíritu de mercado único».
Ayer, los eurodiputados de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (PE) apoyaron permitir que los países puedan prohibir el cultivo de transgénicos en su territorio, también por motivos medioambientales, aunque su producción y su comercialización estén aprobadas a nivel europeo.
Según De Juan, «el motivo de este acuerdo pretende justificar lo injustificable, y es que el actual marco jurídico de la UE para los OMGs, adoptado inicialmente en 2001, nunca ha sido aplicado correctamente».
A su juicio, con esta nueva normativa «se va a permitir a los Estados miembro rechazar formalmente una tecnología por razones no científicas, algo que establece un precedente peligroso y envía una señal negativa para la industria y el sector agrario europeo».
Según Antama, apoyada por la industria biotecnológica, los productores europeos necesitan disponer de las mismas herramientas y tecnologías que sus competidores, ya que tras más de 18 años de cultivo de OMGs a gran escala a nivel mundial en su opinión está demostrado que «son tan seguros como los convencionales».
«Si negamos esta capacidad a nuestros profesionales, estamos abocando a nuestro sector agropecuario a la desaparición», ha insistido la directora de Antama, quien ha recordado que en la UE sólo está autorizada la siembra de maíz Bt (MON810).
De Juan ha afirmado que los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) reflejan una superficie sembrada de maíz en 2014 de 416.740 hectáreas (-5,2 % respecto a 2013), de las que 131.538 hectáreas (-4 %) corresponden a maíz Bt.
Ha apuntado que estas cifras indican que el porcentaje del maíz modificado genéticamente ya representa el 31,6 % de la superficie total sembrada (31,2 % en 2013), una tendencia al alza que se registra en España desde 1998.
Aragón, con 54.040 hectáreas, es la principal región en cuanto a superficie cultivada con maíz Bt, seguida de Cataluña (36.381 hectáreas), Extremadura (13.814 h) y Andalucía (10.692 h).
Los mayores incrementos en 2014 se han registrado en Cataluña y Navarra, con 614 y 251 hectáreas más que en 2013, respectivamente.
«La adopción de maíz Bt ha permitido que, entre 1998 y 2013, España redujera las importaciones de maíz en más de 853.000 toneladas, lo que supone un ahorro de 156 millones de euros, y ha evitado una huella hídrica de 1,04 millones de metros cúbicos», ha defendido.
Antama ha señalado que las diferencias medias de rendimiento del maíz convencional y el Bt oscilan, en función de la zona y de la severidad de la plaga, entre el 7,38 y el 10,53 % en favor del segundo.
En 2013, la superficie cultivada de OMGs en el mundo, liderada por Estados Unidos, Brasil, Argentina, India, Canadá y China, alcanzó las 175,2 millones de hectáreas, un 2,7 % más que en 2012.