En el análisis realizado por la Junta Directiva se ha puesto de manifiesto que esta campaña 2023 ha contado con una superficie menor que la campaña anterior entorno a un 15% según los registros de la Asociación y que la producción final se ha visto reducida aún más por las condiciones climáticas adversas sufridas durante la finalización del cultivo.
Esta campaña se ha visto marcada por la sequía en la mayor parte de las regiones productoras, afectando de manera muy relevante a Andalucía. En el mes de abril, unas temperaturas extremadamente altas y escasísimas lluvias, provocaron un descenso en los rendimientos muy acentuados en las cosechas tempranas. En contraste, los meses de mayo y junio, se vieron afectados por una temporada de lluvias persistentes que, en lo referente a los cultivos más tardíos como el ajo morado, afectó al desarrollo de estos campos con la aparición de diferentes problemas fitosanitarios en la finalización del cultivo con un descenso en rendimientos por la disminución de calibres. Este descenso en los rendimientos se calcula entre un 30-40% con respecto a una campaña normal.
La calidad de esta cosecha 2023 en las variedades tempranas ha sido baja en cuanto a aprovechamiento de las cabezas. En cuanto a la variedad de ajo morado, la calidad es similar a la campaña pasada, pero lo relevante en esta variedad ha sido la bajada significativa de los rendimientos por la falta de calibre.
Esta situación de bajos rendimientos, ha provocado que los costes de producción por hectárea se hayan vuelto a disparar, ya que unido al incremento general de los costes de producción superior al 37% en esta campaña, como son la energía, los arrendamientos, los insumos y sobre todo los costes salariales, se ha unido una bajada en los rendimientos que ha provocado que el incremento de coste de producción de 1 kg de ajo se haya disparado por encima del 45% con respecto a la campaña anterior.
En lo referente al mercado internacional, la demanda está siendo muy calmada con operaciones menores a las esperadas debido a la competencia de operadores tradicionales como China y nuevos operadores como Egipto y Turquía. En uno de los principales mercados históricos del ajo español como es Brasil, se ha incrementado notablemente su producción local, por lo que su demanda de ajo español se ha visto reducida drásticamente. Afortunadamente, la calidad de China este año es baja y los precios que están ofreciendo sus ajos son ligeramente más altos que en campañas anteriores.
En resumen, por parte de ANPCA se califica esta nueva campaña como muy baja en rendimientos y con una evolución complicada. La campaña en el ajo temprano Spring y el morado puede ser muy diferente, debido a que el ajo Spring este año ha tenido rendimientos medios aceptables, pero con una calidad ligeramente más baja, mientras que el ajo tardío o morado no ha sufrido en calidad pero si en rendimientos y calibres.
Ante esta situación, ANPCA ha iniciado una serie de acciones destinadas a intentar mejorar la situación del cultivo, como la reivindicación de la producción integrada en el ajo en la principal comunidad autónoma productora de España, Castilla-La Mancha, con el objetivo de implementar una producción sostenible y más respetuosa con el medio ambiente. Además, la situación de eliminación de materias activas disponibles para el cultivo propicia que la producción integrada sea una vía necesaria para esta región.
En lo referente al mercado internacional, la actuación de ANPCA va dirigida a la presentación ante la D.G. TAXUD de la Comisión Europea de una solicitud para la aclaración de los códigos TARIC sobre los que se importa ajo a la UE. Esta nueva redacción solicitada por ANPCA aclararía la identificación de las partidas arancelarias correspondiente a cada producto, evitan la introducción de ajo fresco a través de la partida correspondiente al ajo congelado eludiendo así los aranceles disuasorios que este cultivo tiene establecidos en la Unión Europea.
ANPCA actualmente es la mayor asociación europea de productores y comercializadores de ajo, con una superficie asociada de 13.087 hectáreas en este año 2023, y un volumen de más de 220 millones de kilos comercializados en la pasada campaña, lo que supone una cifra superior al 80% del total comercializado de España, y un 65% del total de Europa. Actualmente cuenta con 69 empresas comercializadoras asociadas y casi 1.800 productores de ajo.