Andrés Montoya, Bio Campojoyma: «La sostenibilidad y la mejora tecnológica es una evidencia necesaria»
Andrés Montoya Sánchez, director en Bio Campojoyma
Comparte
El valor de lo importante para nuestra empresa es que tenemos que ser agradecidos por estar en la zona del mundo donde vivimos con una tierra fértil y un clima que nos permite producir y comercializar frutas y verduras doce meses al año.
La principal preocupación aquí a día de hoy es el agua de riego. Desde Bio Campojoyma estamos luchando con estudios técnicos para obtener una mejora en la eficiencia hídrica, pero necesitamos un plan hidrológico nacional donde se estudie la problemática del sector. De forma paralela, nunca debemos dejar de investigar en tecnología que nos ayude a ser más eficientes, tanto en el campo como en la industria. La sostenibilidad y la mejora tecnológica es una evidencia necesaria en el presente, con lo cual, seguimos trabajando en estos dos aspectos día a día. También las relaciones humanas y comerciales son puntos en los que llevamos muchos años luchando con esfuerzo y siempre nos han llevado a triunfar.
En el ámbito sostenible, la legislación contra el plástico, aunque está aún en el aire, es un imperativo a día de hoy, pero trabajamos intensamente para conseguir el objetivo. De hecho, Campojoyma ha reducido el uso de plástico en más de un 40% ya en la campaña 2023. Y seguiremos luchando para ello siempre dentro de lo económicamente sostenible.
Entre los principales desafíos de nuestra zona de producción, también tenemos la falta de mano de obra. Al trabajador hay que cuidarlo cada día más, ya que es nuestra fuerza para seguir creciendo, pero la falta de la mano de obra cualificada en nuestro sector es evidente porque cada día cuesta más conseguir personal.
«Las relaciones humanas y comerciales son puntos en los que llevamos muchos años luchando con mucho esfuerzo y siempre nos han llevado a triunfar»
Y, cómo no, la competencia de terceros países representa otro reto. Todos ellos tienen un hueco en la cadena de distribución, lo que sí se exige desde el sector es un control más exhaustivo de la competencia desleal. La subida de costes, el control documental y los parámetros de calidad siguen sin estar totalmente controlados en algunos orígenes y eso nos hace más vulnerables en momentos de exceso de producción.
En definitiva, hemos atravesado un año diferente, como cada uno de los años agrícolas, donde nos hemos encontrado nuevas dificultades y adversidades (climatológicas, subida de costes, etc), pero el resumen final es muy positivo, tanto agronómica como comercialmente, ya que nuestro sector es un sector que se adapta muy rápido a los cambios