La biofábrica cuenta con 4.000 metros cuadrados y consta de salas de alta tecnología para la producción de insectos para el control biológico de las plagas. Se dedicará también a la investigación de nuevas soluciones relacionadas con la producción integrada y el control biológico y a la formación. Por eso se ha constituido Bioline Academy, con el fin de mejorar la formación de los productores y técnicos en el manejo y las prácticas culturales para obtener los mejores comportamientos de los insectos “buenos”.
El control biológico es una herramienta utilizada por los productores de hortalizas bajo invernadero de Almería desde hace tiempo con el fin de acabar con las plagas que afectan a los cultivos de la forma más natural posible. Se trata de un sistema de control de los organismos que causan enfermedades a los cultivos usando para ello a sus depredadores naturales, que pueden ser insectos, hongos o bacterias. Estos organismos son criados en laboratorio, en este caso en la nueva biofabrica, y después se sueltan en el cultivo en donde está la plaga que se quiere controlar. Es una revolucionaria innovación que ha permitido evitar plagas secundarias, que no es contaminante y que obliga a la eliminación de fitosanitarios, reforzando el compromiso de los productores con el medio ambiente.
Bioline Iberia es fruto de la unión de la francesa Bioline Agrosciencies y la empresa almeriense Biocolor, que nació en 2005 como iniciativa del sector hortofrutícola para dar soluciones y herramientas para el control biológico en el campo almeriense y tiene entre sus socios a Coexphal, asociación integrada en FEPEX.