La situación más dramática se presenta en la zona del Almanzora y Levante ya que, según afirmaba el portavoz de la Mesa del Agua y presidente de Feral, José Antonio Fernández, “en septiembre podemos tener la peor situación de la historia en la provincia de Almería en materia de agua”.
En la reunión de ayer se pusieron en evidencia los negros augurios que se abaten sobre esta zona. A la ya habitual sequía se une la amenaza de que si la cuenca del Guadalquivir ve bajar sus reservas por debajo del 30% (y está ya muy cerca de ello) no habrá agua del pantano del Negratín.
Las perspectivas no son tampoco halagüeñas para el trasvase del Tajo-Segura, ya en situación de Alerta 4, lo que frenaría la llegada de agua a la provincia. Para cerrar el negro panorama se recuerda que la desaladora de Cuevas lleva cuatro años averiada y no hay perspectivas de que pueda solucionarse al estar enredada en procesos judiciales por corrupción.
La Mesa del Agua toma nota de estos problemas y considera que se trata de una situación límite. De hecho, de no producirse un cambio meteorológico en los dos próximos meses “habrá muchos agricultores que no tendrán agua para poder plantar en sus tierras, y por tanto miles de hectáreas se dejarán de cultivar este año”.
El problema no tiene una solución sencilla porque las cuencas cedentes no están en disposición de trasvasar agua a la provincia de Almería y, si no cambia la situación, difícilmente se podrá liberar agua para los cultivos del levante de la provincia.
El segundo punto de máxima alerta se está dando en la zona del Bajo Andarax a la que, por el momento, no está llegando el agua para riego. Los regantes de esta zona celebran hoy una asamblea para analizar la terrible situación y adoptar medidas para lograr revertirla.
En ausencia de una concesión de aguas residuales tratadas que la Junta no acaba de decidir, la única solución a la vista es recibir agua de las desaladoras de Almería y de Carboneras. Al igual que ocurre en el Almanzora, la escasez es tal que “simplemente habrá muchas fincas que cuando llegue el momento de las plantaciones, a partir de mediados de julio y agosto, no podrán ponerse en cultivo y se quedarán en baldío”, señala el portavoz de la Mesa.
José Antonio Fernández considera que, en esta tesitura, es urgente la reunión de la Mesa del Agua con los consejeros de Agricultura y de Medio Ambiente “porque Almería no puede esperar más”. La institución ha recordado, eso sí, que en Almería “ya hay una mesa del agua, que es esta, un interlocutor válido que reúne a la práctica totalidad de regantes y empresarios”.
Fuente: La Voz de Almería