Agricultura confía en la apertura del sector hortofrutícola a nuevos mercados
El secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, se ha mostrado hoy convencido de que el sector agroalimentario español conseguirá llegar a otros mercados para hacer frente al veto ruso a las importaciones hortofrutícolas europeas.
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En declaraciones a los periodistas antes de reunirse con las organizaciones agrarias andaluzas, en el marco de una visita a Sevilla para participar en unas jornadas de CaixaBank, Cabanas ha apuntado a los países árabes, China, India y México como potenciales mercados de las exportaciones del sector agroalimentario español.
El valor de esas exportaciones supera los 38.000 millones de euros y las ventas a Rusia representan el 1,8 % del total, ha indicado el secretario general de Agricultura, que se ha reunido con los dirigentes andaluces de ASAJA, COAG y UPA para explicarles las medidas adoptadas por el Gobierno y la Comisión Europea para paliar el impacto del veto ruso contra las importaciones hortofrutícolas.
Paralelamente a las medidas económicas, ha indicado que el Ministerio de Agricultura está trabajando en campañas de promoción de las frutas y hortalizas para animar el consumo porque, además del veto ruso, en los últimos años ha caído el consumo de naranjas, mandarinas, ciruelas y peras entre un cuatro y un veintidós por ciento.
En esta estrategia por recuperar el consumo el Ministerio buscará la colaboración de las cadenas de distribución, y también trabajará para evitar prácticas comerciales abusivas a raíz un de un posible descenso de los precios de los productos afectados por el veto ruso.
Cabanas ha recordado que una primera evaluación cifró en España el impacto del veto ruso en unos 340 millones de euros y, aunque no se han incluido todos los productos en las ayudas europeas, ha señalado que «no hay nada cerrado» y se irán incorporando productos a media que se vayan analizando las consecuencias para cada uno y que vayan entrando en temporada.
Frente a las noticias sobre posible suspensión temporal de las ayudas económicas destinadas a los agricultores afectados por el veto es la única opción. Sin embargo será difícil teniendo en cuenta que España ha estado relativamente poco impactada por la decisión de Kremlin, con lo cual la competición con los productores agrícolas que sufren de ello, más será muy brutal.