En total, se han retirado del mercado más de 150.000 kilos de estas dos frutas, que gozan de una gran calidad, sabor y frescor.
Para el presidente de COEXPHAL, Juan Antonio González: “La situación para melón y sandía es muy preocupante e insostenible, más teniendo en cuenta que se trata de dos productos de ciclo corto que requieren inversión y trabajo, poniendo en peligro la rentabilidad de una campaña que se ha desarrollado con un comportamiento muy irregular de todos nuestros productos, y que sería el broche para un mal fin de campaña. Ante este escenario solicitamos que de una vez por todas la Administración se implique en los problemas del sector hortofrutícola y se apoye, desde todas las instituciones, el consumo de productos europeos frente a los de terceros países”.
Por su parte el gerente de COEXPHAL, Luis Miguel Fernández, explica que ahora mismo los precios están hundidos para todos los productos, “pero es más preocupante en melón y sandía porque estamos en el punto álgido de la campaña de primavera. Las condiciones meteorológicas en Europa están haciendo que no haya consumo y que el único producto que se esté vendiendo en los lineales sea el más barato y que viene de países terceros”.
Marruecos
Fernández apunta también que la ventana de comercialización de Almería (del 15 de abril al 15 de junio) coincide con el calendario de Marruecos “y en una circunstancia como la que estamos viviendo se prefiere el producto barato de terceros países. Además, el melón y la sandía de Marruecos no tienen aranceles ni contingentes, por lo que a estos productos se les está tratando de la misma manera que a uno europeo, algo que nos perjudica muchísimo. Más aún, teniendo en cuenta que no cumplen con la legislación fitosanitaria que tenemos en Europa, provocando alertas fitosanitarias semanales procedentes de los países de norte de África y producidas en unas condiciones medioambientales y sociales que no deberían ser aceptadas por las cadenas de supermercados europeos”.
“Tenemos que tener miedo a la hora de consumir estos productos- ha proseguido- porque pueden ser perjudiciales, por lo tanto, desde aquí debemos reclamar a las cadenas de supermercados y consumidores que miren bien el origen del producto que consumen porque los controles en cuanto a seguridad alimentaria y salubridad del producto europeo difiere mucho de los que se aplican a uno procedente de terceros países que no sabemos cómo se está controlando”.
Ley de la Cadena
Además, el gerente de COEXPHAL ha querido dejar patente una vez más que la Ley de la Cadena no es la solución porque es totalmente ineficiente: “Es papel mojado seguimos reivindicando que haya una Ley de la Cadena, que se pueda cumplir y que ayude al eslabón más débil que es el agricultor. Mientras no se proteja al eslabón más débil todo lo demás sobra. Estamos viviendo una circunstancia muy grave y crítica porque es el agricultor el que no está ganando dinero ahora mismo, pero en los lineales de los supermercados el producto está caro, por lo tanto, algo está fallando”.
Radiografía de la campaña de melón y sandía
La campaña de melón y sandía empezó con un par de semanas de adelanto, pero muy poca cosecha, con precios bastantes buenos, sobre todo en melón. La campaña se desarrolló de manera adecuada entre la semana 14 (primera semana de abril) y la semana 18. En este periodo, los precios estuvieron cerca de los existentes un año antes (en melón alrededor de 0,50 €/kg, y 0,90 €/kg en sandía). Sin embargo, sobre el 10 de abril (semana 19) la situación empezó a cambiar. Es cierto que en el año 2020 entre la semana 20 y 22 (zonas de máxima cosecha) hubo un repunte grande de precios (se alcanzaron cotizaciones superiores a 0,55 €/kg en melón y 1,20 en sandía). Este año está ocurriendo todo lo contrario. A fecha de hoy los precios están por debajo de 0,40 €/kg en sandía y 0,25 €/kg en melón.
Climatología
En relación con la meteorología en los lugares de consumo, es cierto que entre la semana 18-19, las temperaturas medias en Alemania cayeron desde los casi 20 grados de media a 15 grados. Sin embargo, las temperaturas han aumentado de manera importante desde entonces, no justificándose un descenso del consumo que tenga como consecuencia una bajada de precios tan acusada. En cuanto a las condiciones en origen, la primavera ha sido desigual con un mes de abril con temperaturas medias más bajas, pero con picos de temperaturas muy altas a finales de abril y principio de mayo que no han ayudado a regular la oferta.