Seis de cada diez consumidores europeos ingiere alguna porción de frutas u hortalizas diariamente. Con este patrón de consumo no es de extrañar que la calidad y el sabor de los productos sean dos de los principales atributos a la hora de incorporar estos artículos a nuestra cesta de la compra. Así se desprende del I Observatorio Europeo sobre la Percepción de las Frutas y Hortalizas, un análisis realizado en el marco del Programa CuteSolar y que proporciona un diagnóstico sobre el conocimiento que tienen los europeos sobre los métodos de producción de las frutas y hortalizas de la UE y sus preferencias en los hábitos de compra.
La encuesta, realizada sobre una muestra de 4.505 individuos de España, Bélgica y Alemania, concluye que para siete de cada diez personas es importante comprar productos hortofrutícolas de origen europeo ya que los métodos de cultivo utilizados les inspiran confianza (un 40% de los encuestados respalda esta idea). A la hora de comprar frutas y hortalizas, los consumidores priman la calidad, el sabor y la seguridad alimentaria frente a otros aspectos como la variedad, el precio o la sostenibilidad medioambiental.
Percepción sobre los invernaderos solares
Seis de cada diez hortalizas consumidas en Europa se cultivan en los invernaderos solares del sur de España, localizados en Almería y la costa de Granada, dos zonas que únicamente necesitan la luz del sol para cultivar (de ahí la denominación de solar), frente a los invernaderos de otras zonas productivas que precisan fuentes de energía a partir de combustibles fósiles. Tal es la capacidad productiva de los invernaderos solares españoles que abastecen al 50% de los mercados europeos, llegando a copar el 60% durante los meses de invierno. Con este importante peso sobre el consumo, esta encuesta ha querido conocer la imagen que los invernaderos solares proyectan sobre los consumidores.
La opinión mayoritaria sobre la producción en invernaderos solares es bastante positiva. Casi el 50% de los encuestados tienen una percepción favorable de sus métodos de cultivo, mientras que un 36% aún no tiene una opinión formada y menos del 4% tienen una opinión negativa.
El principal argumento que sustenta una percepción positiva sobre los invernaderos solares es el uso de energía limpia en la producción de los cultivos, de hecho, el 96% de la energía utilizada en los cultivos procede directamente del sol, un aspecto que es valorado favorablemente por el 58% de los encuestados. Un 37% de los usuarios vincula la imagen de los invernaderos con una agricultura altamente tecnificada y de bajo impacto ambiental que ha contribuido positivamente a generar un impacto social positivo (34%) en la zona vinculado a la creación de empleo, fundamentalmente, para colectivos con una baja cualificación.
Respecto a las frutas y hortalizas que se producen en estos invernaderos, el 56% de la población las considera seguras, saludables y que han sido cultivadas de una forma respetuosa con el medio ambiente.