Cómo reducir el coste ambiental del cultivo
El cambio a una dieta basada en verduras podría reducir las emisiones en un 70%, pero pretender que todos nos convirtamos en vegetarianos es una utopía. Aquí un estudio que presenta algunas soluciones.
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La producción de alimentos para los 7.600 millones de personas del mundo genera alrededor de 13.700 millones de toneladas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono al año, además de otros efectos ambientales importantes. Science Today, un nuevo estudio publicado, intenta hacer un balance de la huella ambiental del sistema alimentario mundial y propone cómo reducirla.
El estudio destaca que se alcanzarían mejores resultados mediante la alteración de los hábitos alimenticios de la sociedad que mediante el cambio del sistema de producción. El cambio a una dieta basada en verduras podría reducir las emisiones en un 70% y reducir en tres cuartas partes la tierra destinada a fines agrícolas.
Investigadores de la Universidad de Oxford y Agroscope afirman que disponen de la base de datos más extensa sobre las localizaciones y los métodos de producción que mayor impacto tienen sobre el medio ambiente.
Resultados del estudio:
- La actual cadena de suministro de alimentos emite el 26% de los gases de efecto invernadero.
- El 43% del terreno que no es desierto y no está cubierto por hielo está destinado a la agricultura.
- Aproximadamente dos tercios del agua dulce mundial se destinan a regar los cultivos
- En materia de riego, producir el 5% de las calorías mundiales causa el 40% de la carga medioambiental, indicando que el agua podría ser utilizada más equitativamente.
- La acuicultura puede llegar a emitir más gases de efecto invernadero por kilo producido (incluyendo el metano) que la producción de vacas lecheras.
- El impacto medioambiental de un producto puede variar hasta en un 50% dependiendo de las prácticas y la localización de las granjas.
- Incluso los productores de la proteína vegetal más contaminante siguen emitiendo menos gases que los productores de vacas lecheras.
Guidance
Los investigadores han concluido el estudio asumiendo que intentar convencer a la población mundial para que se haga vegetariana es cuanto menos utópico. Por ello proponen las siguientes soluciones para reducir la emisión de gases de efecto invernadero generados por la agricultura:
- Una posible solución consiste en proporcionar información a los consumidores acerca de los efectos medioambientales de un granjero o un productor concreto. Ello presionaría a los productores para que redujeran sus emisiones así como la superficie explotada, de la misma manera en la que mostrar las calorías en los menús de los restaurantes ha incentivado nuevos patrones de consumo.
- Desde la perspectiva de la producción, las nuevas tecnologías pueden ayudar a los productores a decidir qué producto plantar y cuándo plantarlo con el objetivo de limitar su huella medioambiental.
Debemos tener en cuenta que el estudio presenta ciertas limitaciones. Los investigadores se basaron en 570 estudios publicados que calculaban el impacto medioambiental de diversas maneras. Armonizaron los datos eliminando las diferencias metodológicas hasta que las diferencias existentes se justificaban en variaciones de la práctica y la localización.
Fuente: AECOC