Salud, sostenibilidad y conveniencia: el triángulo virtuoso
Pablo de la Rica, gerente del área de Retail Knowledge de AECOC.
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La pandemia dejó multitud de aprendizajes en todos los ámbitos, también en el consumo. Una de las enseñanzas que el sector tiene grabada a fuego es la importancia de discernir entre las tendencias coyunturales y las estructurales.
Durante el primer confinamiento, la posibilidad de hacer la compra en un solo establecimiento y la rapidez en llevarla a cabo fueron dos elementos primordiales en la elección de los consumidores. Lejos de consolidarse, estas tendencias han pasado a ser totalmente secundarias.
En cambio, la pandemia sí aceleró tendencias que se iban dibujando y las ha consolidado hasta el punto de que el futuro del gran consumo y de la alimentación pasan necesariamente por ellas. Además del e-commerce, los ejes sobre los que pivotan las exigencias de los consumidores y, por tanto, las estrategias empresariales, son salud, sostenibilidad y conveniencia.
En Reino Unido, uno de cada cuatro nuevos lanzamientos en alimentación es vegano
Salud
Resulta evidente que la pandemia ha multiplicado la preocupación de los consumidores por la salud. Primero, para minimizar los riesgos de contagio y, ahora, con la alimentación como eje de un estilo de vida más saludable.
Así lo indican los datos del último barómetro de AECOC Shopperview: el 68% de los consumidores afirma que intenta llevar una dieta más saludable. Una tendencia que va al alza y que se
refleja en una cesta de la compra en la que los productos frescos son cada vez más protagonistas.
Los cambios en el comportamiento del consumidor tienen efectos, no solo en la dieta de los compradores, sino también en las estrategias comerciales de las empresas de gran consumo. En mercados como el Reino Unido, uno de cada cuatro nuevos lanzamientos en alimentación es vegano.
En la misma línea, uno de cada cuatro consumidores reconoce que ha reducido su consumo de carne y que ha aumentado la presencia de otras proteínas en sus hábitos alimentarios. De hecho, ante el crecimiento de opciones de dieta flexitarianas, la carne se está posicionando como un producto de consumo más puntual, para momentos de disfrute.
Ante esta nueva realidad, todos los distribuidores tratan de diferenciarse y posicionarse como marcas de referencia para estos modelos de consumo, en muchos casos poniendo a los frescos en el eje de sus estrategias de venta.
Sostenibilidad
No cabe duda del papel capital que está adquiriendo la sostenibilidad en las estrategias empresariales ni del enfoque transversal que se le está dando en las compañías. Sin embargo, ¿qué entiende el consumidor por sostenibilidad a la hora de hacer la compra?
Un valor fundamental para los consumidores es la proximidad. La mayoría prefiere comprar productos de marcas locales, y cuatro de cada diez ha incrementado el consumo de artículos de km 0. Pero más allá del atributo local, los compradores priorizan las marcas que identifican como sostenibles y penalizan a las que consideran que no lo son. En un contexto así, la sostenibilidad se convierte en un imprescindible para el posicionamiento de cualquier compañía.
Conveniencia
La tercera prioridad de los consumidores es la conveniencia. Estamos ante un comprador que reclama mayores comodidades a la hora de hacer la compra y que quiere satisfacer sus necesidades al momento. Esto tiene múltiples repercusiones, tanto en el enfoque de las estrategias comerciales como en la aparición de nuevos productos y servicios.
Para satisfacer a este consumidor más acomodado, la distribución busca formas originales y diferenciales de vender sus productos con el objetivo de facilitar la vida al consumidor y, a la vez, alimentar su curiosidad.
Y, en paralelo, aparecen modelos de negocio que llevan la compra a casa del consumidor no en días ni en horas, sino en minutos.
Todos estos cambios tienen que ver con un consumidor que cambia a un ritmo cada vez más acelerado, pero que mantiene como una constante su creciente sensibilidad por una compra más conveniente, sostenible y saludable.