“Promover la agroecología no es incompatible con la pandemia”
Entrevista a Janusz Wojciechowski, comisario de Agricultura de la Unión Europea.
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Con esta pandemia, ¿cree que es posible que Rusia levante el veto a las frutas y hortalizas europeas?
Al principio de la pandemia, leímos muchas informaciones de prensa que especulaban sobre la intención de Rusia de poner fin al embargo de las importaciones. De hecho, los tiempos difíciles a los que todos nos enfrentamos debido a la crisis del coronavirus serán más fáciles de superar si el comercio fluye libremente y los consumidores tienen acceso ininterrumpido a los productos agrícolas. Solo puedo animar a mis homólogos rusos a que vuelvan a nuestras relaciones comerciales bilaterales normales y garanticen que los ciudadanos rusos tengan acceso a los productos agrícolas seguros y de alta calidad de la UE.
El sector de frutas y hortalizas español ha tenido durante el confinamiento muchas dificultades para disponer de temporeros extranjeros. Si se volvieran a cerrar las fronteras, ¿habría facilidades para la movilidad de estos trabajadores?
Durante el confinamiento, la Comisión publicó unas directrices prácticas el 30 de marzo de 2020 para facilitar la circulación de trabajadores temporeros en la UE. De acuerdo con estas directrices, los Estados miembros intercambiaron información sobre sus diferentes necesidades a nivel técnico y establecieron procedimientos específicos para garantizar la circulación sin problemas de estos trabajadores dentro de la UE. Con respecto a los trabajadores de terceros países, las directrices indicaban que la restricción temporal de los viajes no esenciales no debería aplicarse a los temporeros en la agricultura cuando fuera posible.
La idea era cooperar a nivel de la UE para garantizar la continuidad del suministro de alimentos, teniendo en cuenta las consideraciones de salud pública. No obstante, las directrices de la Comisión eran de carácter indicativo y no vinculantes, ya que la salud pública es un ámbito en el que la competencia recae principalmente en los Estados miembros. En general, el sector agroalimentario mostró resiliencia a lo largo de la crisis y se encontraron soluciones a problemas como la escasez de temporeros.
Aun así, deberíamos extraer lecciones de esta crisis con respecto a la seguridad alimentaria. Dentro de la Estrategia de la Granja a la Mesa, la Comisión evaluará la versatilidad de los sistemas alimentarios y propondrá un marco legislativo sobre la sostenibilidad de estos.
También desarrollaremos un plan de contingencia, que conducirá al establecimiento de un mecanismo de respuesta a la crisis alimentaria. Este será coordinado por la Comisión e involucrará a los Estados miembros en caso de crisis que amenacen la seguridad alimentaria. Cubriendo diferentes dimensiones sectoriales, el plan se ocupará de cuestiones relacionadas con el personal laboral, incluidos los trabajadores estacionales.
“ Desarrollaremos un plan de contingencia que conducirá al establecimiento de un mecanismo de respuesta a crisis alimentarias como esta”
El sector agrícola es considerado esencial, ahora más que nunca. ¿Europa le va a otorgar cierta prioridad en sus políticas?
El sector agrícola siempre ha sido una de las prioridades de la Comisión Europea y seguirá siéndolo. La propuesta revisada del Marco Financiero Plurianual (MFP) para 2021-2027 aumenta el presupuesto de la Política Agrícola Común (PAC), lo que confirma que la agricultura sigue siendo una prioridad real. En total, se propuso un presupuesto de 391 billones de euros para la agricultura y el desarrollo rural, una subida de 6,6 billones de euros (+2,2%) en comparación con los niveles de financiación de 2020.
La crisis del coronavirus ha sido una prueba sin precedentes para la resistencia de los sistemas alimentarios europeos. De acuerdo con el Tratado de Roma, la seguridad alimentaria sigue siendo uno de los objetivos clave de la UE y está en el corazón de la PAC.
La nueva estrategia europea De la Granja a la Mesa se fija como objetivo una reducción de un 50% en el uso de pesticidas y un 20% de fertilizantes de aquí a 2030. ¿Cómo podrán los agricultores responder a estos desafíos?
Estoy completamente convencido de que la transición a la sostenibilidad no es una amenaza para el sector agrícola, sino una gran oportunidad económica. Permitirá a los agricultores de la UE hacer de la sostenibilidad su marca registrada, implementando los cambios necesarios para garantizar un futuro para el sector agrícola.
La estrategia De la Granja a la Mesa identifica formas de transformar los métodos de producción para reducir la aplicación de pesticidas y fertilizantes, y hacer el mejor uso de las soluciones digitales, tecnológicas y basadas en la naturaleza, mientras garantiza un rendimiento económico justo para los agricultores.
Las metas impulsarán las medidas propuestas por los Estados miembros en su plan estratégico PAC, para asegurar que contribuyan a reducir el uso de pesticidas y optimizar el uso de nutrientes. Estos planes deben fomentar el uso de prácticas agrícolas alternativas e innovadoras, como la agricultura de precisión, la agroecología, la silvicultura y la agricultura orgánica. Más concretamente, los “planes ecológicos” propuestos en el marco de los pagos directos de la PAC y los compromisos de gestión medioambiental y climática en el marco de la política de desarrollo rural serán fundamentales para estimular la adopción de estas prácticas. La PAC fomenta también el aprovechamiento de las oportunidades que ofrecen la economía circular y la bioeconomía, y continuará desarrollando la digitalización y la innovación en el sector agrícola.
En el contexto de esta estrategia, la Comisión continuará controlando de cerca la seguridad alimentaria, así como la competencia de los agricultores y los operadores alimentarios.
Este programa europeo también promueve la agricultura ecológica. ¿Sigue siendo uno de los objetivos en esta situación de pandemia mundial?
Es cierto que la estrategia De la Granja a la Mesa promueve la adopción de prácticas agroecológicas, que serán apoyadas por la futura Política Agrícola Común, entre otras. Este tipo de práctica agrícola ha demostrado su valor añadido en términos de sostenibilidad y contribuirá a la transición para hacer más sostenible nuestro sistema alimentario.
Durante el confinamiento, el sector agroalimentario se enfrentó a desafíos sin precedentes, como cambios radicales en la demanda o problemas logísticos. La seguridad alimentaria, un hecho durante las últimas décadas en la UE, de repente volvió a ser el centro de atención. No obstante, el sector demostró su resistencia y continuó proporcionando alimentos a toda la UE.
Promover la agroecología no es incompatible con el abastecimiento de alimentos durante la pandemia mundial. Al contrario, hacer de esto una prioridad asegura el futuro de nuestra agricultura y aumentará la resistencia de nuestro sistema alimentario. Sin la transición establecida en la estrategia De la Granja a la Mesa, la seguridad alimentaria de la UE se verá amenazada a largo plazo.
Es fácil para los países terceros exportar a Europa porque negocian como ente. Sin embargo, los Estados miembros deben hacerlo uno por uno, la apertura y las barreras técnicas y sanitarias para poder exportar sus productos a cada país fuera de la UE. ¿Por qué no negocia la Comisión todos los protocolos de exportación?
La política de comercio es competencia exclusiva de la UE. La Comisión negocia acuerdos comerciales con terceros países y busca oportunidades de acceso al mercado para los agricultores y productores de la UE.
Muy a menudo, para las exportaciones con algunos socios comerciales, los Estados miembros tienen que presentar solicitudes individuales de acceso al mercado para cada producto en un tercer país específico. Esto puede dar lugar a grandes retrasos en el acceso de los productos de la UE a los mercados de terceros países, con Estados miembros compitiendo entre sí en términos de exportación.
La Comisión es consciente de esta situación. Por eso, al negociar acuerdos de libre comercio con terceros países, la UE trabaja para el reconocimiento por parte de nuestros socios comerciales de la UE como una entidad única, vinculada a una protección armonizada a nivel comunitario dentro de los Estados miembros.
La Comisión también apoya los esfuerzos de los Estados miembros a través de sus contactos bilaterales y el diálogo con terceros países para desbloquear el acceso a estos.