¿Mercadillos locales como en Francia?

Los pequeños agricultores, muchos de ellos con producciones ecológicas y tradicionales, tienen que soportar un doble confinamiento, el que mantiene a la población en su casa, y el que les prohíbe poder vender su producción y, por tanto, seguir realizando el que es su medio de vida. Meses de preparación del terreno, inversiones en la compra de abono, fertilizantes, semillas y plantas, y su producción, se quedan en el campo ante el descenso de los pedidos y el cierre de mercados.

Una vía de comercialización de productos como la fresa o el espárrago venían siendo los mercados locales, que absorbían una parte de la producción y que permitían la supervivencia de estas explotaciones. También era el destino de venta de los pequeños productores locales de hortalizas de temporada o producciones ecológicas, así como de pequeñas explotaciones de aves de puesta, miel, charcutería, encurtidos o queserías artesanas.

Desde UPA Andalucía, consideran que sería perfectamente viable que este tipo de mercados de proximidad pudieran seguir instalándose mientras se mantenga el estado de alarma. Y más si cabe, en un momento en el que es especialmente importante fomentar el consumo de productos locales y de cercanía para evitar desplazamientos largos e innecesarios, tanto por parte de la ciudadanía como en lo que respecta al transporte de mercancías.

No estamos hablando de permitir los mercados en su forma habitual, sino de aprobar el establecimiento exclusivo de los puestos de alimentación y de los productores autorizados para venta directa de producción primaria. Se continuarían montando en la zona habilitada para los mercados tradicionales, para efectuar una comercialización directa a los clientes, al igual que hacen el resto de comercios relacionados con alimentación, que sí están abiertos. El resto de puestos de otro tipo de artículos no tendrían espacio, como marca el estado de alarma, con lo que habría una menor afluencia de personas. Consecuentemente, al instalarse menos puestos, también se dispondría de más espacio para separarlos entre sí. Y, por supuesto, se tomarían todas las medidas sanitarias y de prevención pertinentes, para la seguridad tanto de los trabajadores como de los ciudadanos.

Como ejemplo, podemos fijarnos en Francia, donde se permite la apertura de este tipo de mercados desde el día 30 de marzo, cumpliendo un protocolo se seguridad frente a la COVID-19. Entre las medidas aprobadas para salvaguardar la seguridad, se incluye usar guantes, mascarilla, circular en un solo sentido para evitar el contacto y la masificación, y establecer una distancia mínima entre los puestos.

Desde UPA Andalucía consideran que, aplicando todas esas pautas de prevención y seguridad que proponen, sería perfectamente factible la apertura de los mercados locales con productos relacionados con la alimentación. De este modo, se permitiría a los pequeños productores ecológicos, y las producciones de temporada como fresa, espárragos, encurtidos y hortalizas, o productos ganaderos como huevos, miel, charcutería o quesos artesanos, que puedan tener una salida y hacer viables estas explotaciones. Por todo lo anterior, la organización agraria solicita a las autoridades que autoricen este tipo de mercados de cercanía.