La desaparición de las abejas amenaza el 70 % de los cultivos
Casi tres cuartas partes de los cultivos para consumo humano españoles están en jaque por el declive de la población de abejas y de otros polinizadores, según un estudio presentado hoy en Barcelona por Greenpeace.
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Kiwis, calabazas, melones, sandías, calabacines, manzanas, melocotones o almendras son algunos de los cultivos más dependientes de la polinización de estos insectos y, por este motivo, la entidad ecologista alerta de que, en algunos casos, su producción podría caer hasta un 90 % e, incluso, llegar a desaparecer.
El sector apícola denuncia que la mortalidad de abejas se sitúa entre el 20 y 40 % en el conjunto de España y, en el caso de Galicia, el 56 % de las colonias de abejas han desaparecido desde el año 2000.
La mortalidad de la población de abejas, que se debe especialmente al uso de 319 insecticidas y a la aparición de la avispa asiática, puede amenazar al sector económico español que depende de la polinización, cuya facturación asciende a más de 2.400 millones de euros anuales, según la entidad ecologista.
Greenpeace pide que se prohíban estos productos químicos nocivos para las abejas, cuyo uso aumentó en un 56 % entre 1990 y 2010, antes de 2017.
Además, la organización urge a los gobiernos el desarrollo de un plan integral de acción para proteger a las abejas melíferas y demás polinizadores, y establecer una hoja de ruta para que, en 2050, el 100 % de los cultivos españoles sean ecológicos.
Para empezar, la entidad propone ampliar a 7,6 millones las hectáreas destinadas al cultivo ecológico en España, lo que supondría un 30 % del territorio agrícola.
La organización ha recordado que, a pesar de que la polinización es una actividad que pasa «muy desapercibida», su función es «fundamental», ya que de ella depende un tercio de la alimentación mundial.
Greenpeace afirma que España «tendría que ser el principal defensor de estas especies», ya que es una de las más importantes economías agrícolas de Europa y en la que hay mayor número de apicultores.
El sector español más afectado por la reducción de la población de abejas es, según la entidad, el de los frutos secos, seguido por el frutícola y el hortícola.
Especialmente grave es el caso de la industria de la almendra en España, que es la segunda del mundo, ya que su supervivencia depende en un 90 % de la polinización.
Las comunidades españolas que mayor beneficio económico tuvieron en 2011 por la polinización fueron Andalucía, con 878 millones de euros; Cataluña (321); Murcia (249); Aragón (194) y Extremadura (183).
Asturias, con una ratio de vulnerabilidad del 34 %, Cataluña (25 %), Murcia (24 %), Aragón (17 %) y Galicia (16,5 %) son las comunidades autónomas más amenazadas por la pérdida de especies polinizadoras, cuya función Greenpeace considera «insustituible».
Greenpeace ha advertido que es necesario tomar decisiones respecto a este problema, ya que «de ello dependen las generaciones futuras».