Investigadores convierten residuos de vid en sustrato ecológico
Investigadores de la empresa murciana Microgaia Biotech, alojada en el Parque Científico, lideran el proyecto europeo Almost, que pretende reutilizar residuos agrícolas de difícil gestión, como es el caso del sarmiento de vid, para convertirlo en sustrato orgánico funcional.
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De este modo, según fuentes del Parque Científico de Murcia, procesarán entre 20.000 y 30.000 metros cúbicos de sarmiento para generar de 15.000 a 16.000 metros cúbicos de sustrato, que se convertiría en un sustituto de la turba.
El objetivo del proyecto es valorizar la materia orgánica renovable para disminuir el uso de materiales orgánicos que no lo son, como la turba, de tal modo que el sarmiento pueda sustituirla poco a poco, ya que su extracción, procesado y transporte -en la mayoría de las ocasiones desde otros países- genera la emisión de grandes cantidades de CO2.
Lo mismo pasa con las habituales quemas del sarmiento realizadas tras las podas, por lo que este proyecto de investigación estima que al final del proceso se reducirán emisiones de más de 280.000 toneladas de dióxido de carbono.
Junto a esas ventajas medioambientales, la novedad de este proyecto reside en la elaboración de un sustrato orgánico funcional de alta calidad, que se hará con los residuos de sarmiento y que permitirá mayores rendimientos de la planta con menor uso de pesticidas y fertilizantes.
En concreto, el sustrato estará inoculado por una mezcla de microorganismos específicos que le aportarán capacidad biofungicida y bioestimulante, y que le harán comercialmente competitivo con la mayoría de los sustratos sin valor añadido más usados en la actualidad, como turbas o fibra de coco, cuyo precio ronda entre los 35 y los 50 euros por metro cúbico.
El sustrato derivado de esta investigación tendrá un coste de producción de 22 a 24 euros.
Almost, que se desarrolla en la Denominación de Origen de Jumilla, abarcará cerca de 60.000 hectáreas de viñas, distribuidas entre Jumilla (40.000 hectáreas), Tobarra, en Albacete (10.000 hectáreas) y Fuente Álamo (5.000 hectáreas), y pretende gestionar los residuos para volver a utilizarlos como material orgánico.
En la actualidad se cuenta con una planta de compostaje en el término de Tobarra, para procesar los restos de viñas cercanas, mientras que los de las más alejadas, buscando la rentabilidad, se pican y comprimen en la zona de plantación para su posterior traslado a la planta.
Ese compostaje se hará entre septiembre y octubre y, posteriormente, se realizarán pruebas de campo en cultivos de lechuga, tomate, pimiento o melón.
La difusión del proyecto y los estudios de mercado completarán el estudio, que tiene más de un millón de euros de presupuesto y cierto carácter internacional, puesto que tendrá que demostrarse que es extrapolable a otros países.
Para eso ya hay dos empresas en zonas con climas diferentes, una en la República Checa y otra en Francia, que están siguiendo los mismos pasos que se realizan en el proyecto murciano.
En concreto, en Francia se experimentará en plantaciones de Chateaux de la Borgoña, que rondan las 100 hectáreas, donde se producen vinos de alta calidad y con precios que superan los mil euros.
Allí se realizarán los compostajes a pie de plantación para utilizar el producto final, como enmienda orgánica, en las mismas parcelas.
El proyecto Almost, con una alta capacidad de reducción de impacto medioambiental, se aplica sólo en viñedos, aunque en un futuro podrá usarse también con plantaciones de tomate, donde la rafia complica la gestión de los residuos.