Fruta a pie de calle
¿Por qué son los ultraprocesados los que coronan el universo de las máquinas vending? La empresa Fruitube trabaja por cambiar esta realidad ofreciendo fruta fresca en envases modernos a precio de snack.
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Carlos Méndez vio la necesidad de que los consumidores tuvieran otras opciones alimentarias a la hora de comprar algo de picar fuera de casa. Él pensaba que no existía un envase que facilitara el transporte de la fruta sin que esta sufriera para poder consumirla en la calle. “Un día, como aficionado al pádel, probé en introducir dos manzanas en un bote de pelotas de tenis, y de ahí surgió nuestra idea”, explica. Cinco años de desarrollo dieron lugar a la empresa Fruitube, comercializadores de fruta fresca en envases innovadores, con forma de tubo y transparentes, que se destina principalmente al mercado de máquinas vending. Con ello, ofrecen una alternativa 100% saludable a los alimentos ultraprocesados, característicos de este tipo de máquinas expendedoras.
Fue en 2016 cuando lanzaron el proyecto, en colaboración con un fabricante de envases con el que logran alargar la vida útil de la fruta, garantizando un mínimo de 15 días en las líneas de la máquina. Se trata de formatos manejables, cómodos, que facilitan el lavado de la fruta y su conservación y transporte. En cuanto a la fruta, sus proveedores son mayoristas, excepto con la cereza y la uva que tienen gran rotación y se dirigen directamente a origen.
Fruitube aporta la máquina, los productos y el servicio de mantenimiento y reposición. También distribuye sus innovadores envases a otros comercializadores de fruta, o bien el producto al completo a otras empresas de vending para que lo incluyan en una de sus líneas. “Nos ha costado mucho encontrar un nicho de mercado en el que encajara nuestro producto, sin embargo, tenemos actualmente 14 máquinas en universidades y seis en hospitales en la Comunidad de Madrid”, detalla Méndez.
Si el mundo de las licitaciones de las máquinas vending en espacios públicos es complicado, con sus correspondientes cánones millonarios en muchos casos, más lo es en esta época de crisis sanitaria, donde el confinamiento ha llevado a la gente a sus casas y se ha reducido drásticamente el uso de este tipo de máquinas. Por ejemplo, en universidades, que llevan tres meses cerradas.
Desde Fruitube, esperan que la situación actual mejore en lo que a consumo se refiere, y piden a la Administración leyes que apoyen el fomento del consumo de los productos saludables que distribuyen, es decir, fruta fresca, zumos naturales, frutos secos naturales, fruta deshidratada y smoothies. Sobre todo ahora, cuando el COVID-19 ha demostrado la importancia de la fruta en la dieta para mantener las defensas altas.
Con el apoyo de la Administración, “se podrían eliminar los cánones que se debe pagar por la instalación de estas máquinas siempre que contengan alimentos 100% saludables, por ejemplo”, comenta. Y así dar la oportunidad a esta pequeña empresa de acceder al “gran público” y facilitar el consumo de fruta en cualquier lugar.
“En el hospital hasta 20.000 personas han consumido fruta en un año por el solo hecho de tenerla al alcance”, puntualiza Méndez, quien añade que este negocio no es menos rentable por ser un producto perecedero, “porque los sándwiches también lo son y están en todas las máquinas”. Además, Fruitube mantiene un precio de entre uno y dos euros el producto para que sea un snack accesible, además de sano.