España, primera en producción ecológica; octava en consumo
A pesar de esta diferencia entre la producción y el consumo, lo cierto es que en España, la ingesta está incrementándose a un ritmo del 13%.
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Aunque cada vez tienen más importancia los avances tecnológicos y la innovación en los procesos de producción de productos frescos, este hecho no está reñido con el auge de la agricultura ecológica y el retorno a la producción más tradicional. Lo que empezó como una corriente ha encontrado un hueco en un mercado que no cesa en su crecimiento.
Hablando en cifras, el último estudio de la Oficina Europea de Estadística publicada por Eurostat el pasado 16 de noviembre confirma que España es el productor de ecológico líder entre los países de la Unión Europea. Cuenta con millones de hectáreas dedicadas a la agricultura ecológica, con un total de 2.018.802 hectáreas y un aumento del 8’5% respecto al año 2015. Aunque, siguiendo con las cifras, una parte importante de los productos ecológicos producidos en este país –como ocurre en el caso del producto convencional-, se exportan. En la cabeza del ranking de consumo de productos ecológicos de la UE, se sitúan Luxemburgo y Dinamarca; mientras que España, pese a ese liderazgo productor en el sector hortofrutícola, se sitúa en la octava posición en cuanto a consumo (y el grosso de su exportación se destina a sus mercados líderes alemán y holandés).
Debido al creciente interés de los productores en llevar su producción al ámbito ecológico, las autoridades, las empresas de fertilizantes o el sector del retail empuja -cada uno en su ámbito- involucrándose y apostando cada vez más por el sector ecológico. Regulando leyes, haciendo los productos de cuidado cada vez más naturales, dejando cada vez más apartadas las sustancias químicas o abriendo secciones especiales de ecológico.
Respecto a este último punto, son los supermercados y las cadenas de venta de este producto ecológico, quienes sumándose a este auge de demanda, difunden y promocionan el consumo a través de la apertura de tiendas o secciones con una decoración vintage donde abundan los elementos elaborados con materiales más naturales.
Y es que ‘lo natural’ sirve de reclamo. “Ya sea porque es beneficioso para la salud, principal motivo por el que los consumidores optan por este tipo de productos, por el respeto hacia el medioambiente, por la mayor calidad y sabor que ofrecen, etc. O por cuestiones que cada vez preocupan más a los consumidores, como las modificaciones genéticas presentes en los productos no ecológicos o los escándalos de algunas empresas de alimentación convencional”, tal como expresó Cristian Palamar, director comercial de Cbet.de, en la reciente jornada dedicada al sector hortofrutícola ecológico que realizó en Murcia Fruit Logistica, feria que cuenta desde hace ya unas ediciones con una ruta especial dedicada a la producción ecológica. “Aunque la producción y el consumo de los productos ecológicos no supera a la de los productos que no lo son, lo cierto es que se está produciendo un crecimiento del consumo de un 13% en Europa”, señaló.
Esta tendencia de crecimiento también ha propiciado avances en su regulación. Los veintiocho países de la Unión Europea han dado vía libre el pasado mes de noviembre a un nuevo reglamento europeo acerca de la producción y el etiquetado de los productos ecológicos. Según el propio comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, con ello se pretende “simplificar y armonizar muchas de las normas que rigen la producción de alimentos ecológicos tanto dentro de la Unión Europea como en países no pertenecientes a esta”. Dicha normativa entrará en vigor el próximo 21 de enero de 2021.
Los precios son más altos que los mismos productos convencionales, pero son productos altamente valorados por el mercado y el consumidor; tanto por su sabor como por el ‘trato’ recibido en el proceso de producción.
Fuente: Agrodiariohuelva