Costa Granada La Palma exporta el 94% de su producción
En 2014 fue la quinta empresa en facturación de Granada y la tercera en la provincia en el sector agroalimentario.
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Fabrican tomate, pepinos y algunos pimientos. Con la mirada puesta en los consumidores y adaptarse a lo que ellos quieren poner en su mesa a la hora de comer, la cooperativa de la Costa Tropical Granada La Palma cerró 2014 como la quinta empresa que más dinero logró facturar en el mercado granadino.
Sus instalaciones, ubicadas en paralelo a la recta de la N-340 que atraviesa Carchuna, están ahora a escasos metros del desvío en el que se toma la A-7, una vía que recorre España y se introduce en Europa, en donde La Palma coloca el 94% de los productos que vende. Esta cooperativa está «dedicada a la exportación», según reconoce su director gerente, David Del Pino. En el entorno hortofrutícola es la décima empresa que más exporta de España y la primera de la provincia, con una planificación anual de los productos que viajan hasta el extranjero.
Fuera de España tiene margen para la innovar con sus productos. David Del Pino lo explica con un ejemplo: «Ahora es cuando se empiezan a ver con regularidad tomates cherry en los supermercados españoles, mientras que en Europa es un producto que se está trabajando desde 1987». Del Pino analiza que las posibilidades de innovación que permite el mercado extranjero son mayores, al existir en España una «cultura gastronómica tan establecida» que hace difícil vender algo diferente a lo que siempre se ha consumido. «Gracias a las especialidades climáticas de la provincia de Granada y de la Costa Tropical podemos tener productos durante todo el año y fuera de España sigue siendo una novedad poder disponer de frutas y hortalizas durante todo el año», relata. La colocación del producto se realiza con una amplia red comercial, que según Del Pino se extiende por 28 países de Europa, de la Unión Europea y de fuera de ella.
En el buen rendimiento de Granada La Palma juega un papel importante la innovación. «Tenemos un centro de investigación propio, con campos de ensayo, un grupo de trabajo grande en el laboratorio y un seguimiento de las novedades de consumo en los mercados exteriores», relata Del Pino. Una vez analizadas las tendencias, se hace una prueba del nuevo producto con un grupo internacional de consumidores y se habla con los agricultores. Cuando se han analizado los pros y contras de la ‘novedad’, se efectúa el lanzamiento o se desecha la idea.
La Palma se sustenta en la estabilidad. Durante el auge de la construcción los trabajadores vieron más rentable alejarse del campo por los beneficios económicos que generaba el cemento y el ladrillo. Sin embargo, el consumo nunca sufrió grandes vaivenes, ni antes ni después de la crisis, lo que permitió a esta cooperativa mantener unos niveles de rentabilidad sólidos y capear la recesión.
Fuente: Ideal.