“Una caja barata puede resultar la más cara de la campaña”. JAGUAR THE FRESH COMPANY
La importadora holandesa Jaguar TFC trabaja de la mano con los exportadores españoles para abastecer a su extensa cadena de clientes de todo el mundo y elige a aquellos productores que no abaratan costes en lo más importante, la calidad final del producto. Entrevista a Filipe Ravazzini da Silva, responsable de Importación para España y Portugal de Jaguar The Fresh Company.
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En términos globales podemos decir que el consumo está un poco estancado, especialmente la partida de alimentos frescos. ¿Con qué resultados cerró su grupo 2018?
Si, es cierto… Actualmente por increíble que sea y mientras que mucha gente se muere de hambre vivimos en un mundo de sobreproducción, ya que la oferta y el consumo no caminan de la mano. El pasado año 2018 ha sido complicado en general, y aun así hemos cerrado con resultados que rondaban los 80 millones de euros.
¿Cuál ha sido su evolución en los últimos cinco años de importaciones desde España?
España representa uno de los orígenes más importantes, si no el más importante. Este país ha mantenido su posicionamiento como proveedor en los últimos años e incluso ha incrementado su presencia. Pese a que cada año se nota una mayor competencia por parte de países como Marruecos, Turquía y Egipto, España ha sabido mantener su presencia logrando una gran mejora en la calidad, presentación y profesionalización.
De la variedad de productos con los que actualmente trabajamos, podemos decir que los más demandados en España son: arándanos, cerezas, fresas, cítricos, uvas, melones, peras, lechuga Iceberg, brócoli y pimientos.
“Pese al crecimiento de la competencia, España ha sabido mantener su presencia logrando una gran mejora en la calidad, presentación y profesionalización
¿Qué valora el consumidor holandés a la hora de demandar un producto español frente a otros orígenes?
El consumidor holandés es bastante exigente y compra casi siempre con “los ojos” y después, con el monedero en la mano. Si hay por ejemplo en una tienda, tomates de España y tomates de Marruecos de la misma calidad y al mismo precio, terminará por comprar el español, pero si el de Marruecos es 0,10 € más barato, ¡se lleva el producto marroquí a su casa!
¿Cuáles son los requisitos que marcan a los productores españoles?
A la hora de elegir un producto o un nuevo proveedor, los requisitos mínimos para trabajar con nosotros son la existencia de certificaciones como GlobalGap y cada vez más, GRASP. Además, también valoramos a las empresas familiares y las relaciones a largo plazo. Como es lógico, el primer día que conocemos a nuestra pareja no le pedimos que se case con nosotros, pero tras salir un par de veces juntos, la intención final sí es el matrimonio.
¿Qué aspectos consideran que debe desarrollar el productor español para ganar competitividad?
Algo que año tras año me frustra es la visión a corto plazo de mucha gente y el querer ahorrar en cosas que no deberíamos. Por ejemplo, ahorrar en un cartón o envase que tiene 2 ó 3 días de trayecto, van los pallets y las cajas bailando y llegan estropeadas, dando como resultado reclamaciones, pérdida de tiempo y gastos extra. Resumiendo, una caja barata, al final de campaña resulta ser la más cara de todas. Por otro parte, también considero que España debería seguir apostando en calidad y sostenibilidad, pues al final serán los factores claves en pocos años, ya que estamos en un mundo que produce más de lo que consume.
“La compañía estará presente en la próxima edición de la feria Fruit Logistica 2020
La tendencia bio que ahora está llegando a España lleva unos años en Holanda, ¿cree que tiene margen de crecimiento?
En Holanda se nota un pelín de aumento de la demanda del bio, pero para nosotros todavía no representa algo interesante, aunque sí le veo mucho futuro. Para su comercialización es necesario tener en regla todas las certificaciones y los documentos.
¿Cuáles son las tendencias en cuanto a innovación, consumo o sostenibilidad en el mercado europeo?
Sí, sin duda el tema del plástico y los productos libres de él. Ya no podemos cerrar más los ojos, porque sí o sí a corto plazo los mercados no lo permitirán más. Hay que ponerse las pilas y buscar alternativas para este problema. Se lo debemos a nuestros clientes y sobre todo a las siguientes generaciones.