Un paso necesario también en berries. BIOLINE IBERIA
El futuro de fresas, arándanos o frambuesas pasa por una producción más sostenible, acorde a las exigencias de los mercados, pero para lograr los resultados esperados es necesario formar e informar a agricultores y técnicos sobre el manejo de este modelo de cultivo.
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La producción agrícola, en general, y las berries, en particular, se enfrentan a una continua reducción del número de materias activas disponibles para combatir plagas y enfermedades. Si a esto unimos una mayor conciencia medioambiental por parte de los consumidores, la ecuación está clara: hay que producir de una forma más eficaz y sostenible.
“El sector de los frutos rojos, en poco tiempo, va a dar un paso muy importante hacia la producción con control biológico”, afirma María José Pardo, directora general de Bioline Iberia, firma fruto de la reciente unión de la almeriense Biocolor y Bioline AgroSciences. Tanto es así que, en la provincia de Huelva crecen a un ritmo de dos dígitos, en concreto, un 20% el año pasado.
Araña roja y pulgón son las principales plagas de los cultivos de fresa, frambuesa o arándanos y, para combatirlas, las distintas soluciones de control biológico empleadas están ofreciendo buenos resultados: “El control biológico es totalmente eficaz”, sostiene Pardo. En el caso de Bioline Iberia, Phytoseiulus persimilis, con producción en Portugal y en EE.UU, es el ácaro depredador más eficaz para combatir la araña roja, mientras que, para el pulgón, cuentan con distintas soluciones, como son Aphidius colemani (Aphiline), Aphidius Ervi (Erviline) o Aphidoletes aphidimyza (Aphidoline), además de plantas reservorio.
Pardo insiste en la eficacia de los depredadores naturales como fórmula para ‘mantener a raya’ a las plagas en los cultivos de berries, si bien entiende el “nerviosismo” de los agricultores cuando comienzan a utilizarlos. En esta línea, se muestra convencida de que la formación es la clave para, primero, evitar ese nerviosismo y, en segundo lugar, lograr los mejores resultados posibles.
“El control biológico requiere también de un determinado manejo del cultivo, por eso estamos informando a agricultores y técnicos de empresas y cooperativas”, explica Pardo. Su apuesta e implicación con la formación es tal que, de hecho, Bioline Iberia acaba de fundar Bioline Academy, una academia para preparar a empresas sobre control biológico de plagas, bien en sus instalaciones o bien a través de charlas en distintos puntos de la geografía nacional.