Surberry incrementa su oferta en fresa y arándano
El eslabón comercializador mantiene su función en el sector al ofrecer un producto más gourmet y que responde a las tendencias del consumidor, trabajando cada día más cerca del productor controlando al máximo la fruta.
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La pequeña y joven empresa que nació en Huelva como intermediaria hace solo cinco años, Surberry, está creciendo a un ritmo acelerado, tanto en agricultores asociados como en producción propia. Así, cada año su oferta de fruta se duplica y tienen previsto el mismo incremento para la próxima campaña. Sin ir más lejos, en este ejercicio han aumentado un 25% su facturación gracias al crecimiento del volumen de producción, que ha sido de un 50%, especialmente en arándano y fresa.
Su objetivo es mantener su imagen de distribuidor de fruta premium a través del control de sus producciones en España, Francia, Portugal y Marruecos, y que lleva a cabo trabajando cerca del productor, e incluso apostando por aumentar la superficie propia, siempre para garantizar la calidad de su producto final.
Su apuesta por variedades premium, tales como Adelita y Lupita en frambuesa y Calinda en fresa, le han llevado a obtener una mayor demanda en los mercados de destino en los que trabaja de Europa, Oriente Medio y Asia. También su presentación, adaptada a la tendencia sostenible con formatos más ecológicos, le ha proporcionado una imagen cuidada y actual que responde a las necesidades del consumidor.
Para Surberry, la campaña de berries ha sido “decente, en general”, como nos cuenta en sus oficinas su gerente, Harold Huot, sin embargo, registraron caídas de precio inesperadas sobre todo en frambuesa: “Se ha aumentado la producción para un periodo en el que el año pasado se registraron buenos precios, provocando, por tanto, una bajada en las cotizaciones; todos los años pasa lo mismo y deberíamos tener una mayor visión de futuro”. Así, sostiene que solo el que tuvo volumen durante toda la campaña pudo hacer un buen balance.
Arándano
Harold Huot subraya la difícil situación del arándano, que levantó grandes expectativas pero que, hoy por hoy, no está resultando rentable por una falta de planificación en la oferta con variedades cuya producción se acumula en el mismo periodo hundiendo los precios. En este sentido, apela a la responsabilidad del productor para la diversificación por fechas y con altos niveles de calidad para poder volver a confiar en el futuro de este producto.