Retos y claves del sector alimentario en el nuevo escenario post-COVID. FLORETTE
Jorge Moreno Virto, director general de Florette.
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La crisis provocada por el COVID-19 y todo lo que ha conllevado a nivel social y económico ha marcado este año tan atípico para la industria alimentaria. Vivimos meses de cambio, con un escenario que varía y evoluciona a la par que lo hace la crisis sanitaria.
Es por ello que el sector de la alimentación afronta una situación en la que resulta complicado hacer previsiones a corto plazo. De este modo, empresas como Florette hemos hecho frente a un contexto en el que la capacidad de reacción ha sido fundamental.
La misión de nuestra compañía desde sus inicios hace ya más de 30 años es ayudar a las personas a alimentarse mejor. Este objetivo está más vigente que nunca, y lo hemos demostrado en momentos tan difíciles como el que vivimos desde marzo, en los que continuamos trabajando de manera intensa para garantizar el suministro y ofrecer productos saludables, frescos y de calidad. Esta situación ha servido para poner en valor la gran capacidad de respuesta de la industria agroalimentaria en su conjunto. En ese sentido, ser ágiles y actuar de forma eficaz ante los nuevos escenarios que vayamos encontrando será clave para hacer frente a la realidad post-COVID.
Esta rápida adaptación también será esencial para desarrollar productos que cumplan con las nuevas demandas del consumidor. Actualmente, la salud se sitúa a la cabeza entre las principales preocupaciones de los españoles. Productos frescos, de cercanía y saludables aportan numerosos beneficios en nuestra alimentación y son perfectos para un consumidor que quiere cuidar tanto su salud como la de quienes les rodean. Nosotros somos conscientes de ello, y este mismo año lanzamos nuevas referencias que ayudan a reforzar el sistema inmunitario. Asimismo, mantenemos una cosecha 100% nacional, con producciones agrícolas y centros de acondicionamiento distribuidos por toda la Península Ibérica y Canarias, lo que supone una gran proximidad a los consumidores desde el punto de vista logístico y medioambiental, y también un impulso fundamental a la hora de respaldar la economía local.
Ser ágiles y actuar de forma eficaz ante los nuevos escenarios será clave para enfrentar la realidad post-COVID
De igual modo, la seguridad alimentaria, que siempre ha sido un factor clave en alimentación y es inherente a la IV Gama, cobra aún mayor relevancia para el consumidor. En este contexto, ha sido vital continuar con los exigentes protocolos que tenemos en marcha desde hace años e incluir otros nuevos de acuerdo con las directrices marcadas por las autoridades en consecuencia con la actual situación que nos toca vivir. Así, debemos tener muy en cuenta la importancia de escuchar las demandas de los consumidores, dándoles respuesta a través de la innovación y el desarrollo de nuevos productos que ayuden a reforzar la salud y satisfagan sus necesidades del día a día. Estos aspectos serán determinantes para hacer frente a los retos que planteará el nuevo escenario post-COVID.
Tampoco debemos olvidarnos de otras tendencias trascendentes para la sociedad que han ganado todavía más peso, si cabe, durante los últimos meses. El medio ambiente es una de ellas, y es que el consumidor tiene cada vez más en cuenta este factor a la hora de llenar la cesta de la compra. Dada la naturaleza de Florette, nuestro compromiso con el entorno es evidente y trabajamos constantemente en medidas que ayuden a reducir al máximo el impacto medioambiental de nuestra actividad. La sostenibilidad ha sido y seguirá siendo prioritaria en el conjunto de nuestras actividades, por lo que continuaremos en esta línea de trabajo en el futuro, implementando medidas sostenibles en todos nuestros procesos.
Por ejemplo, este mismo año lanzamos los nuevos boles de nuestras Ensaladas Completas, que están elaborados con material 100% reciclado y reciclable. Por otro lado, redujimos un 15% la cantidad de plástico en nuestras bolsas de ensalada, lo que supone retirar del mercado más de 160 toneladas al año de este material. Asimismo, hemos reducido el consumo de agua en la producción agrícola en un 30%, así como el uso de fertilizantes de síntesis. En 2021, continuaremos implementando nuevas acciones y mejoras que tendrán gran relevancia durante esta nueva realidad.
En definitiva, el sector agroalimentario se prepara para hacer frente a un escenario post-COVID en el que la incertidumbre seguirá estando muy presente. Como consecuencia, una ágil adaptación a la “nueva normalidad” será clave. El desarrollo y aceleración de la innovación, la digitalización, la sostenibilidad y el compromiso con las personas serán elementos fundamentales para abordar con éxito el futuro.
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