“Queremos darle más importancia a los clientes industriales”. AGRASA
Agrasa está actualmente inmersa en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio, como son la IV Gama y la introducción de sus hortalizas en Oriente Medio.
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El consumo de productos de IV gama continúa al alza, de ahí que, hoy por hoy, sean muchas las empresas productoras y comercializadoras de hortalizas de hoja que ven en este mercado una oportunidad de futuro, como es el caso de Agrasa (Agrícola Aguileña). “Queremos darle más importancia a los clientes industriales”, nos comenta su presidente, Antonio Pascual, quien explica que esta línea de negocio les permite, además, cerrar programas para todo el año, de modo que pueden realizar un control más exhaustivo de sus costes y, por tanto, mejorar la rentabilidad de sus producciones.
Agrasa ha sido tradicionalmente productora de tomate, si bien en los últimos años ha hecho una firme apuesta por las hortalizas de hoja, sobre todo la lechuga y sus especialidades, que destinan fundamentalmente a exportación –el 85%-, siendo Europa su principal mercado. En cualquier caso, la empresa no se cierra a nuevos destinos y, de hecho, ya el pasado verano realizó sus primeros envíos a Oriente Medio. “En los últimos años, Arabia Saudí y Emiratos Árabes han aparecido como consumidores, de ahí que estemos empezando a exportar a estos países”, nos comenta Pascual.
El pasado verano Agrasa realizó sus primeros envíos de producto a Arabia Saudí y Emiratos Árabes
En 2016, según datos de Proexport, las exportaciones murcianas de lechuga a países fuera de la Unión Europea (UE) crecieron un 4%, situándose ambos países entre los destinos más destacados. El principal hándicap que presentan estos nuevos mercados es su lejanía, de ahí que el presidente de Agrasa afirme que “tenemos que hacer un producto de mucha calidad”.
El agua, escasa y cara
En el caso de Agrasa, la falta de agua no es, de momento, un problema, gracias a que, en la zona de Águilas, donde concentran buena parte de su producción, cuentan con recursos procedentes de desaladoras. Aun así, Antonio Pascual reconoce que su precio es “altísimo”, lo que compromete la rentabilidad de las producciones. Por este motivo, esta comercializadora realiza importantes esfuerzos para racionalizar su consumo.