Un melón para IV Gama y ecológico. ENZA ZADEN
Enza Zaden trabaja en ampliar su catálogo de variedades tanto para consumo en fresco como para procesado.
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El consumidor, cada vez más ocupado, busca alimentos listos para consumir, sin embargo, aparejado a su frenético estilo de vida, también está aumentando su concienciación por comer alimentos saludables. Por eso, Enza Zaden trabaja ya de cara al futuro del melón y ha decidido apostar también por la IV gama y la producción de alimentos ecológicos. “Nos adaptamos directamente al cliente y cuáles son sus demandas y el valor añadido que le podemos aportar”, explica Miguel Salinas, International Account Manager de Melón de Enza Zaden.
La producción de alimentos ecológicos es una parte fundamental del progreso del mercado de frutas y hortalizas, por eso Enza Zaden cuenta con Vitalis, empresa responsable de la investigación y producción de semillas ecológicas. Destaca por su amplia gama de productos (lechuga, tomate, pepino, pimiento, calabaza o calabacín) y por la disponibilidad inmediata para servir a sus clientes variedades adaptadas a los requerimientos específicos del agricultor orgánico.
Por otra parte, la empresa adapta variedades de melón para la IV gama, ya que es una alternativa al consumo de piezas enteras, que cada día aumenta más como consecuencia del estilo de vida. Sin embargo, todavía queda mucho por trabajar, incluso a nivel de concienciación del propio agricultor. Según Salinas, “el productor busca diversificar el riesgo, por lo que no es fácil que cultive solo melón para procesado”.
La cadena de alimentación
Tanto la producción como la comercialización son prioridades para la empresa de investigación, cuyo principal objetivo es cubrir las necesidades de todos los integrantes de la cadena alimentaria. “Queremos unir ambas para estudiar cómo aportar valor”, argumenta. Esta capacidad técnica y una larga experiencia permiten ofrecer al mercado las variedades que necesita y en el momento preciso.
El sector comercializador busca un mayor dulzor y larga vida del producto; mientras que el agricultor está más centrado en la producción y en la resistencia de sus cultivos contra enfermedades. “Hoy en día la tendencia claramente es recuperar el sabor del melón porque la larga vida del producto ha hecho que vaya en contraposición a su dulzor”, incide Salinas. Esta empresa está uniendo su mejora y desarrollo para obtener variedades con una mayor pos-cosecha, pero siempre desde la gama del sabor. Y en esta línea, trabajan todas sus variedades de melón Piel de Sapo, Amarillo, Galia, Cantaloup o Charentais, creciendo cada año.
Ahora su compromiso se centra en ampliar el catálogo varietal, tanto para Europa como para América y parte del Magreb.