El arándano sufrirá una crisis duradera. ONUBAFRUIT
Desde el mayor operador de berries de Europa se pone el acento en la situación de exceso de oferta de esta fruta en los mercados, que de momento se sostiene, pero que “padecerá una verdadera ruina a largo plazo”.
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La burbuja del arándano no tendrá las mismas consecuencias que la de la fresa o la frambuesa en su momento, por el solo hecho de tratarse de árboles (más concretamente arbustos) y no de plantas que se pueden cambiar cada año según la demanda. Quien ha realizado esta importante inversión no va a arrancar tan fácilmente y, sin embargo, es una realidad para el sector que hay más arándano del que se demanda.
Por eso “era importante controlar la producción con cabeza, mediante un criterio profesional”, como sostiene el gerente de Onubafruit, Francisco Sánchez, quien explica: “Se debía haber controlado más la producción porque hay mucha sin destino previsto y eso daña al sector en general”. Por ahora, los supermercados en Europa están dando salida a la producción, pero “es cuestión de tiempo que podamos alcanzar la ruina”, comenta Sánchez. En esta línea, indica que no se debe culpar solo a las grandes cadenas de tener unos márgenes altos, sino preocuparse de que su precio en el lineal sea justo para todos, desde el agricultor hasta el supermercado.
Frente a esta situación, desde Onubafruit tienen una estrategia muy definida para su producción y comercialización de arándanos en los países europeos, que les permite tener un balance positivo de la campaña. “Es el grado de profesionalidad de todo nuestro equipo lo que nos diferencia”, señala su gerente.
En cuanto a la campaña de fresa, el ejercicio 2018/2019 “ha transcurrido con normalidad”, aunque ha estado marcado por un pequeño retraso en la recolección que ha culminado en una punta de producción en los meses de mayor volumen, reduciendo el precio hasta 20 ó 30 céntimos con respecto a la temporada anterior. Sin embargo, la calidad ha sido excelente. Según Francisco Sánchez: “Exceptuando la necesidad de replantación por una tasa de mortandad elevada al inicio de la campaña, sobre todo de Fortuna, y que el calor ha adelantado las producciones en origen al final, todo ha transcurrido conforme a la ley de la oferta y la demanda”.
La frambuesa, por su parte, ha experimentado una campaña estable en precios y en producción. En definitiva, en Onubafruit continúan apostando ante todo “por la racionalidad, con una relación directa y fluida con los supermercados y un compromiso absoluto por la investigación en variedades”. Su objetivo es obtener los mejores materiales en fresa y arándano, porque en “frambuesa ya los tenemos”, siempre con la máxima profesionalidad, para ellos la única manera de funcionar.