“Debemos llevar a los mercados el sello de la D.O.”
La DO Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó necesita del apoyo del sector para que continúe confiando en las ventajas que ofrece identificar en los lineales la fruta con sello de calidad.
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La comarca del Vinalopó se extiende en una superficie de más de 4.000 hectáreas de uva de mesa, de las cuales, actualmente unas 2.130 se encuentran amparadas bajo el Consejo Regulador de la DOP Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, con una producción que en esta campaña podría superar las 56.000 Tn, debido a un aumento de la superficie inscrita.
Sin embargo, y de ello es algo que se lamenta José Bernabéu, presidente de esta DOP, será mucho menor el volumen que finalmente llegue a los mercados con este sello identificativo de calidad. “Las empresas lo ven como un coste añadido, y no se paran a pensar que el consumidor conoce la calidad de la uva embolsada, y debe encontrarla identificada claramente en el lineal, de ahí la necesidad de comercializarlas con las etiquetas de la DOP”, nos explica Bernabéu tras la celebración el pasado 29 de agosto del acto oficial que inicia la campaña comercial para la uva con DOP: “Quizás no consigamos un mayor precio, pero sí lograremos que las ventas se activen, porque el consumidor aprecia la fruta de calidad”.
Además de un mayor volumen amparado, la calidad este año será excepcional, gracias a la buena climatología de los meses de abril, mayo y junio.
Técnica del embolsado
Actualmente son siete las variedades acogidas a esta DOP, seis comerciales y una en desuso, todas ellas con semillas, a las que la técnica del embolsado confiere un sabor y calidad superiores. “El próximo año se cumplirán 100 años desde que se empleó por primera vez el bolso para proteger nuestra uva, y el que justifica precisamente nuestro sello. Una técnica tradicional que no se puede perder, a pesar de que supone un incremento en los costes, pero sí es cierto que tenemos que avanzar en algunos aspectos, como por ejemplo, en su reciclado”, comenta Bernabéu.
Otra de las cuestiones que se debate en el valle es la apuesta o no por la uva sin semilla. Mientras que algunas entidades lo tienen claro y creen que las apirenas son el futuro, el presidente de la DOP reconoce que para ambas hay mercados, y que por lo tanto pueden convivir en esta comarca, como ya lo vienen haciendo desde hace muchos años.