Patata nueva de España o vieja de Francia ¿Sabrías distinguirlas?
En España, cada año son muchos los distribuidos que prefieren importar patata vieja (de una campaña anterior) de Francia en vez de utilizar la patata nueva española. Este cambio está provocando una reducción de consumo de las patatas nuevas perjudicando a los agricultores españoles.
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Consumidores
Hay muchos consumidores que están satisfechos ya que el coste de estas patatas es inferior al ser de campañas anteriores, pero lo cierto es que estas patatas no cumplen las cualidades organolépticas ni sirven, en muchas ocasiones, para cumplir las expectativas de la cocina.
Algunas cadenas de distribución, como los supermercados Carrefour, apuestan por la importación de estas patatas viejas, lavándolas previamente para gozar de una buena apariencia.
Generalmente, los consumidores no saben ni que lo que están consumiendo son patatas viejas importadas de una cosecha anterior.
Consecuencias
La importación de patatas viejas desbanca la patata nueva española que, según el historial del IPOD (Índice de Precios de Origen y Destino de los Alimentos), se ha llegado a pagar 4 céntimos de euro por kilo de patata nueva española, lo que provoca una auténtica ruina para los agricultores españoles.
En España, se ha reducido más de un 12% el consumo de patatas nuevas españolas. Los consumidores pagan 15,50 veces más el valor de lo que se le paga a un agricultor español.
COAG (Coordinadora de Organizaciones de agricultores y ganaderos) denuncia esta situación, la masiva introducción de patatas viejas en el mercado español provoca el hundimiento de la cotización de la patata nueva en el campo.
Fuente: Crónica Norte