La Axarquía no es una tierra cualquiera. Por sus especiales características climáticas es la única zona de Europa, junto con la Costa Tropical de Granada, donde se pueden producir cultivos subtropicales de gran interés comercial. Fresas, aguacates, mangos, papaya, pitaya, carambola… La lista de frutas tropicales que se pueden cultivar en la provincia es extensa. Un estudio realizado por el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) La Mayora, organismo dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Málaga, ha demostrado la perfecta aclimatación de dos nuevas especies de árboles frutales tropicales, lo que convierte a la Axarquía en el único lugar de Europa donde es posible su cultivo.
Se trata del lichi y el longan, dos especies muy cercanas a nivel genético que se cultivan sobre todo en el sur de China y norte de Vietnam y que son muy demandadas por la población asiática en Europa.
Se da la circunstancia además de que se trata de dos especies subtropicales que presentan una gran producción de fruta, lo que hace bastante atractivo su cultivo para los agricultores desde el punto de vista comercial, aunque se trata de frutas poco conocidas aún por los consumidores españoles y malagueños.
La investigación llevada a cabo por La Mayora, que tiene su estación experimental en Algarrobo, ha permitido comprobar qué variedades se adaptan perfectamente a la zona con fines comerciales. La lista de lichi es larga, aunque quizá las más llamativas por la calidad de sus fruta son Salathiel, Bengal, Wai-Chee, Sah Keng y Kwai-May-Pink. La cosecha del lichi abarca desde agosto a septiembre.
En los años 90 algunos agricultores se atrevieron a cultivar lichi con fines comerciales, pero sin ninguna investigación previa. Se utilizó la variedad ‘Mauritius’, que no se adapta a la zona y se comprobó que no daban producción. Aquello le creó mala fama.
Longan
El longan, sin embargo, es toda una novedad en la provincia y presenta como ventajas con relación al lichi que los árboles son mucho más productivos, puede aguantar en el árbol sin recolectar y sin que se vea mermada su calidad, y además se dan en una época del año (entre noviembre y febrero e incluso mazo) en la que no existen otras producciones frutales con las que pueda competir en Europa, a excepción de la manzana y la pera.
Otras ventajas del longan es que es una de las frutas que más cantidad de vitamina C aporta y no necesita ningún tipo de tratamiento químico para prolongar su conservación. Asimismo, el longan es más apreciado por la población asiática, como sucede en Vietnam. El árbol presenta además una mayor carga de producción que el lichi.
El longan recibe también el nombre de Ojo de Dragón porque su fruta se asemeja al globo ocular. Es muy productivo y su fruto, que se recolecta entre octubre y diciembre, aguanta en el árbol sin recolectar y sin que se vea mermada su calidad. Las variedades que mejor se aclimatan son las denominadas Chom-Poo y Biew-Khiew, ambas de origen tailandés.
Para el científico que ha dirigido los estudios sobre lichi y longan en La Mayora, Iñaki Hormaza, se trata de dos cultivos de gran interés, sobre todo teniendo en cuenta que la apuesta mayoritaria se centra en dos cultivos casi de manera exclusiva, el aguacate de la variedad Hass, y el mango de la variedad Osteen.
Fuente: diariosur.es / Freshplaza