Los agricultores destruyen sus cosechas de patata y cebolla
Varios agricultores de la huerta valenciana han empezado a destruir sus propias producciones de cebolla y patata ante el hundimiento generalizado de los precios según AVA-Asaja.
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«Esta desesperada decisión de rotovatar sus propios campos se lleva a cabo para no perder todavía más dinero en una campaña de auténtica ruina», alerta la entidad AVA-ASAJA en un comunicado.
El principal motivo que hay detrás de la «parálisis» del mercado y la escasa demanda de cebolla local es la entrada de importaciones masivas procedentes de lugares como Perú, Chile, Egipto, Chipre e Israel, puesto que las grandes distribuidoras europeas utilizan esta «abundante oferta» como pretexto para empujar los precios a la baja.
En cuanto a la coyuntura comercial de la patata, las importaciones, esta vez de origen francés, «han inundado los lineales de los supermercados hasta tal punto que no dejan apenas hueco para la producción valenciana», según AVA-ASAJA.
Este hecho cuenta con el agravante añadido de que la patata francesa ha estado almacenada en cámaras de refrigeración durante los meses de invierno y, por tanto, cuenta con unos parámetros de calidad y frescura mucho peores que la patata nueva autóctona.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ha denunciado que «la falta de transparencia en los mercados, la connivencia con los abusos de la gran distribución y la ausencia de medidas eficaces como el establecimiento de un seguro de rentas están conduciendo a los agricultores valencianos a tirar la toalla».
«La situación ha llegado a tal extremo que los productores se están viendo obligados a destruir sus cosechas que, además y paradójicamente, son mejores que las que están a la venta en los supermercados», ha manifestado.
«O los políticos, desde la Conselleria de Agricultura hasta el Gobierno central y la Comisión Europea, se ponen al lado de los agricultores y empiezan a trabajar en serio, o las cifras de abandono de tierras de cultivo no dejarán de aumentar en la huerta valenciana», augura Aguado.
El presidente ha recordado que recientemente se ha aprobado un Plan para la protección de la Huerta y señala que, al mismo tiempo, «se estén produciendo situaciones tan lamentables como las que viven estos días los agricultores dedicados a dos cultivos tan característicos de la zona, como la cebolla y la patata».
«La clase política y los legisladores tienen que comprender de una vez que sin agricultores no hay huerta -según ha añadido-, y a este paso no va a quedar ninguno».
Fuente: www.lavanguardia.com