La Generalitat valenciana considera «no oficial» el informe que reavivó la ‘guerra’ de la mandarina
La Generalitat valenciana, de la que depende el Instituto Valenciano de Investigaciones Agraria (Ivia), considera que "no es un informe oficial" el documento de este organismo que ha reavivado la guerra de variedades protegidas de mandarina tardía al afirmar que la variedad Tango es esencialmente derivada de la variedad Nadorcott.
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Así lo han asegurado a elEconomista fuentes de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, que explican que «se trata de un informe interno, uno más de los que utiliza el Ivia».
La Generalitat da así la razón a la empresa cordobesa Eurosemillas, que tiene los derechos de explotación de la variedad californiana Tango, cuando negó que el consejo rector del Ivia hubiese aprobado ese documento y descalificó a su autor, el profesor de investigación Luis Navarro, por haber intervenido «como perito de parte de los obtentores de la Nadorcott (Nadorcott Protection SARL) en el proceso de registro de la Tango, por lo que no es un experto objetivo ni imparcial».
Además, lo acusó de tener programas de investigación que dependen de la financiación de las empresas vinculadas con los principales licenciatarios de esta variedad y de ser obtentor de otras mandarinas tardías competidoras de la Tango como las variedades Garbí y Safor.
La reacción de Eurosemillas se produjo tras lanzar la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) un comunicado recomendando a los agricultores interesados en la nueva variedad de mandarina tardía Tango que mantengan una actitud «prudente» y no la planten en sus explotaciones hasta que se clarifique el contencioso con Nadorcott en torno a los derechos de explotación.
Tras el comunicado de Eurosemillas, AVA-Asaja insistió en que el informe era oficial y lo hizo público. La asociación que preside Cristóbal Aguado asegura que no tiene intención de interferir en el contencioso entre los ostentores de ambas variedades, pero considera que «se trata de una información relevante para todos los agricultores y es obligación de esta entidad darla a conocer a los interesados para que puedan defender adecuadamente sus intereses».
AVA-Asaja teme que si la larga batalla legal acaba ganándola Nadorcott se llegue incluso a obligar a arrancar los árboles de Tango plantados o, como mal menor, se fije un alto royalty para los productores, como ya ha ocurrido con los productores de las variedades Nadorcott y Orri -esta también es tardía, de origen israelí- asociados a esta organización que han tenido que negociar con los ostentores de los derechos.
En la guerra de la mandarina tardía -la que se recoge a partir de enero-, en la que están en juego cientos de millones de euros, están involucrados los grandes productores y comercializadores de cítricos españoles, además de Eurosemillas. Los derechos de la variedad Nadorcott los explota el Club de Variedades Vegetales Protegidas (CVVP), controlado por Martivarro, Cañamás Hermanos y Vicente Giner. La variedad israelita Orri la explota en España el grupo murciano Antonio Muñoz (AMC).
Así está la batalla legal
El titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia tiene sobre la mesa desde hace años un asunto atípico entre tanto concurso de acreedores: una demanda de la empresa francesa Nador Cott Protection, titular de los derechos de la Nadorcott, contra Eurosemillas, licenciataria de la Universidad de California para la comercialización de la variedad Tango.
Las dos variedades son muy cotizadas en el mercado -hasta tres o cuatro veces más caras que las más comunes- y muy parecidas. La demandante pide al juez que declare que Tango es una variedad «esencialmente derivada» de Nadorcott, que prohiba la venta de plantones en España y ordene arrancar los que ya están en los campos.
Sin esperar a la resolución del juez, el Ministerio de Agricultura inscribió el pasado mes de diciembre la Tang Gold (o Tango) en el Registro de Variedades Protegidas y autorizó la comercialización en exclusiva a Eurosemillas. Nador Cott Protection recurrió pero no obtuvo la suspensión cautelar.
Fuente: eleconomista.es