La falta de limpieza del Ebro agrava las inundaciones
Los agricultores denuncian que la falta de limpieza y de previsión de las autoridades han agravado los efectos de las inundaciones en el Valle del Ebro, ya que están provocando más daños en esta ocasión que en años anteriores.
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Desde el Departamento técnico de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Goyo Juárez ha recordado que es difícil cuantificar las hectáreas y los daños ocasionados por la crecida del Ebro -en Navarra, Rioja o Aragón- porque muchas tierras están anegadas y ni siquiera se puede entrar para peritarlos.
«Cada año se desborda el río por más sitios, y con menos agua que hace unos años, porque el río es cada vez más estrecho» por la acumulación de maleza, ha añadido.
El secretario general de UAGA-COAG en Aragón, José Manuel Penella ha remarcado que la punta de la riada está inundando actualmente parcelas de la Ribera Baja y ya se cuantifican en más de 20.000 las hectáreas afectadas.
Según Penella, están en contacto con Agroseguro para ver cuántas de las fincas estaban aseguradas, que cifra en sólo la mitad, porque hasta el 1 de marzo no se abría el plazo para contratar esta línea para algunos cultivos.
Ha reclamado que la Confederación Hidrográfica del Ebro aporte los datos concretos del volumen de agua para ver si es mayor o no que durante las inundaciones de 2003 y 2007, pero en todo caso cree que la crecida y las inundaciones «de perfil leve -como aseguraba el organismo-, nada».
Ha coincidido en denunciar la falta de limpieza del río: «Que el fondo está más alto que nunca es una evidencia», de tal forma que «se quedan islotes en el centro del río» por falta de mantenimiento, que fomentan las inundaciones.
Ha planteado que hay una figura de protección medioambiental que prohíbe extraer áridos y sedimentos en parte del río (Red Natura), lo que complica la que considera necesaria limpieza del mismo.
Según ha avanzado, la Confederación Hidrográfica está recurriendo a drones para analizar desde el aire la situación de la crecida.
Por su parte, el secretario general de UPA-Aragón, José Manuel Roche, ha detallado que se han inundado más de 20.000 hectáreas en la Comunidad de alfalfa, trigo, cebada y hortalizas, después de cuatro venidas en 20 días.
«Hablamos del cien por cien de pérdidas» sobre estos cultivos, a lo que se suman cientos de kilómetros de infraestructuras de riego «totalmente destrozados», ha asegurado.
A los daños agrarios habrá que sumar los que se han producido sobre los caminos, carreteras y 24 poblaciones rurales.
«Hoy he estado en una granja con 2.500 cabezas de porcino que se ha inundado en Villafranca de Ebro» y «nunca antes había llegado el agua hasta esta zona, a tres kilómetros en línea recta desde el río»; algo parecido ha ocurrido con 1.000 vacas de leche en Remolinos (Zaragoza», donde están «con el agua por las rodillas», ha explicado.
Para Roche, «la situación era previsible. La Confederación Hidrográfica del Ebro y la administración aragonesa han actuado de forma negligente», porque los afectados «llevan muchísimos años» diciéndoles que había que tomar acciones ya para limpiar el cauce del Ebro.
«Bajando menos metros cúbicos de agua por el río, se inunda más superficie que hace 10, 15 o 30 años», ha insistido Roche, quien advierte de que se está poniendo en peligro la integridad de muchas personas y el medio de vida de estas poblaciones, que ven con «impotencia e indefensión» su situación.
Ha considerado que «se masca la tensión en los pueblos», tras expresar su preocupación por que las previsiones hablan de que el río seguirá creciendo y los Pirineos «están cargados de nieve»; y, así, «o se hace algo o la situación será catastrófica para estas zonas» ribereñas del Ebro.