Ojinaga ha recordado que la reforma que lleva a cabo la empresa se basa facilitar que el consumidor pueda elegir libremente lo que quiere comprar y su apuesta por la salud, la comodidad y la calidad, donde los productos frescos ganan un 20 % de espacio y están ubicados en la entrada en forma de mercado.
En declaraciones a la prensa, Puig ha recordado que Caprabo «forma parte de la larga tradición comercial» de Cataluña y ha dicho que una inversión de estas características en estos momentos de dificultad, donde todavía el consumo está retraído por la falta de confianza, es «un síntoma de esperanza».
Según Puig, los operadores tienen en Cataluña un mercado en el que la libertad de competencia y equilibrios de formatos han favorecido la «tendencia a la excelencia que nos permite sobrevivir mejor».
Ha asegurado que se empieza a notar un cambio de tendencia, que todavía no es generalizado y que muchos ciudadanos todavía lo están pasando mal.
Para Puig, pese a decisiones que desde el Estado «se orientan mal», desde una perspectiva de «eso que llaman garantía de unidad de mercado», este tipo de inversiones «son síntomas» que nos dan la razón a los que pensamos que estamos saliendo del túnel y que lo peor ha pasado.
