Kenia busca en el modelo Almería su propio milagro agrícola
El hecho de que Almería, hace medio siglo, fuese una provincia de emigración y con una de las rentas más bajas de España, y que, en sólo unas décadas, haya pasado a ser una provincia de acogida de mano de obra y de las más prósperas, gracias al desarrollo de la agricultura intensiva, justifica el interés de un país como Kenia que busca un despegue económico definitivo.
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El embajador de Kenia en España Bramwel W. Kisuya, ha estado este martes en Almería en visita oficial. El interés del diplomático africano era conocer en detalle el modelo Almería de agricultura intensiva sostenible, su sistema de regadío y su impacto medioambiental, un modelo al que muchos, por desconocimiento, llaman milagro Almería. Kisuya, ha visitado unos invernaderos de alta tecnología en El Alquián. Estructuras que tienen incorporada calefacción de gas natural, tratamiento de gases de escape CO2/Nox, recirculación de aguas de irrigación y acumuladores de agua caliente, que cuentan con la primera planta de cogeneración con uso agrícola en España.
Unos invernaderos pensados para reducir el impacto de la actividad agrícola sobre el medio ambiente, que demuestran que el impacto medioambiental de los cultivos bajo plástico es menor que el de la producción al aire libre, ya que utilizan los recursos energéticos de forma más eficiente, por lo que son mucho menos contaminantes. Antes de la visita al campo, el embajador de Kenia estuvo en la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en donde fue informado de este modelo agrícola basado en pequeñas explotaciones, la mayoría familiares.
La delegada, Sonia Ferrer aclaró que, además de otros factores, el secreto del mal llamado milagro Almería está en el factor humano. Y es que, la mayor parte de los agricultores de la provincia son pequeños propietarios de unas 14.000 explotaciones de unas 2 hectáreas de superficie, que han desarrollado un sector que en la actualidad da empleo directo a unos 50.000 trabajadores –buena parte de ellos procedentes de países africanos, sudamericanos y del Este de Europa-, y que genera a su alrededor en torno a otros 60.000 empleos más.
El hecho de que Almería, hace medio siglo, fuese una provincia de emigración y con una de las rentas más bajas de España, y que, en sólo unas décadas, haya pasado a ser una provincia de acogida de mano de obra y de las más prósperas, gracias al desarrollo de la agricultura intensiva, justifica el interés de un país como Kenia que busca un despegue económico definitivo. La agricultura tiene una gran importancia para la economía almeriense, donde aporta en torno al 20% del Producto Interior Bruto de la provincia, sobre todo por el peso de la horticultura, que supone un 60% de toda la producción hortícola de Andalucía. Buena parte de la producción de frutas y hortalizas de Almería –en torno al 70%-, se destina la exportación.
En 2014, el 40% de las exportaciones de verduras de España salieron de los invernaderos de Almería. La provincia tiene 29.596 hectáreas de superficie de invernaderos, la mayor extensión de cultivos protegidos de Europa, implantada en una de las zonas más secas del Continente gracias al desarrollo de un moderno sistema de regadío que permite el uso más eficiente y eficaz del agua.