“Incertidumbre en la plantación de fresa de octubre ante la posible falta de agua”
La entrevista a Javier Palacios, propietario de Viveros Rio Eresma, revela el descontento y los desafíos de un sector viverista cada vez más indefenso ante la falta de materias activas que garanticen la sanidad de los cultivos e inmerso en un continuo proceso de renovación varietal que desconcierta en cierta medida, tanto a viveros, como a productores y asentadores.
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Altas temperaturas
“La campaña pasada fue un poco errática”, explica Javier Palacios, quien apunta que la planta fue de excepcional calidad, llegando incluso a tildarlo como un hito para los viveros. Sin embargo, al llegar a Huelva en el trasplante se encontraron con unas temperaturas que no correspondían al mes de octubre. Tras un verano muy caliente, la planta se aceleró, estaba muy adelantada en producción, ha habido unos altibajos a lo largo de la campaña en Huelva que de alguna forma han desequilibrado la fisiología de la planta. Pero en general, “el agricultor ha terminado bien, lo cual no quiere decir que puntualmente haya quien ha sufrido dificultad”.
Este año el inicio ha traído incertidumbre a la hora de plantar, sobre todo, como explica Palacios, por la falta de agua y por la ‘explosión’ varietal de los últimos años que han llevado a los viveros, por la demanda del agricultor, a producir muchas variedades. “Es muy difícil manejar 12 ó 14 variedades en 22 días de trabajo en fresco”, señala. Esto provoca que las previsiones sean arriesgadas para un viverista que en enero/febrero comienza con las plantas madre.
En estos momentos, final de junio, el cultivo no ha tenido la temperatura del año pasado y, consecuentemente, no se ha desarrollado igual. De momento, “la campaña, según la cantidad de planta por hectárea, posiblemente sea más corta que la del año pasado, en calidad, ya veremos”.
Sanidad vegetal
Los factores limitantes para el desarrollo de la actividad del vivero en este momento, principalmente son dos; la mano de obra y la desinfección, ambos limitan la capacidad de producción, la sanidad, y en consecuencia la rentabilidad de los viveros.
Si bien es cierto que en los campos que han estado 25 años desinfectándose apenas tienen colonias de patógenos, Palacios considera que, con las actuales dosis permitidas, poco a poco se irán colonizando. Esta va a ser la primera campaña que va a estar todo desinfectado solo con Metam Sodio, “la falta de materias activas efectivas de desinfección de suelo se empezaran a notar en dos o tres campañas”, prevén desde Rio Eresma. Ahora lo que sí se está notando en los viveros es la aparición de malas hierbas, lo cual solo puede paliarse con mano de obra, que escasea, y supondrá un encarecimiento del coste por hectárea.
«La falta de materias activas efectivas de desinfección de suelo se empezarán a notar en dos o tres campañas»
Sin embargo, las dos moléculas retiradas, dicloropropeno y cloropicrina, son utilizadas en cultivos de tabaco en España y en más cultivos en países europeos, lo cual provoca incredulidad en un sector que se ve así mermada su competitividad.
Muchas materias activas se han prohibido en el cultivo de la fresa y los viveros, sin ser su producto final de consumo, se han “metido en el mismo paquete, si bien, nuestro producto es planta no fruta, y las materias activas, aún las de largo plazo de seguridad, no llegarían a la fruta, no existiendo pues peligro para el consumidor final” añade Palacios. Sin embargo, su uso si sería adecuado para el mantenimiento de la sanidad de los cultivos, siendo la primera garantía de nuestros clientes al contar con planta de calidad fitosanitaria.
Proyectos
Debido a la incertidumbre de la capacidad de uso de agua en los campos de los productores, Viveros Rio Eresma ha optado por reducir para esta campaña su superficie de cultivo.
Aun así cuentan con 16 variedades entre las producidas para alveolos, para planta fresca y para planta frigo.
Los principales proyectos para Palacios, en estos momentos, son: la evolución del modelo de producción en los campos de fundación para garantizar una planta madre con la mayor sanidad posible, ya que asegurar la sanidad de la misma en la cabecera del proceso de producción es la primera medida para comenzar el vivero; y trabajar nuevos mercados internacionales.