El reto, acercar el sello de calidad de la DOP Cereza del Jerte al consumidor
La DOP Cereza del Jerte refuerza su estrategia de marketing para poner en valor su modelo productivo, la calidad y los valores diferenciales de su fruta con variedades autóctonas.
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Desde la Denominación de Origen Cereza del Jerte se muestran muy prudentes ante las previsiones de la actual campaña, principalmente debido a los vaivenes climáticos y los fenómenos meteorológicos, que pueden dar un vuelco a las cifras estimadas en apenas unos días. Se encuentran inmersos en un proyecto con el que esperan solucionar esta situación, aunque no anuncian aún los detalles.
Buena floración
Aunque la floración se ha producido en las fechas esperadas y de forma abundante, prefieren no hacer previsiones. De hecho, recuerdan lo ocurrido el año pasado, cuando la campaña se vio fuertemente afectada por las abundantes lluvias. “Aunque esperamos que este año el clima acompañe, aún es pronto y, hasta el momento, las lluvias de los últimos días no han afectado a la campaña”, apunta Fátima López-Santamaría, directora técnica de la DOP Cereza del Jerte.
Para afrontar esta coyuntura de incertidumbre ante el cambio climático y la creciente competencia de otros países, la DOP apuesta por reforzar su estrategia de marketing hacia el consumidor para que se familiarice con el sello de calidad de la DOP Cereza del Jerte: “Este sello ofrece la garantía de consumir un producto nacional, del Valle de Jerte, cultivado y distribuido bajo unos estándares de calidad estrictos y, sin duda, un producto original, de gran valor”, sin olvidar que se cultiva mediante un modelo de agricultura sostenible y familiar. De esta forma, buscan posicionar cada vez mejor la cereza y la picota original del Valle del Jerte, e informar a los clientes de las diferencias entre ambas y cómo reconocerlas.
Para ello, está invirtiendo en variedades autóctonas para que sean más productivas y mantengan el vínculo del producto “a la tierra, a sus tradiciones y al producto que se obtiene de estos valores añadidos”. Ello también permite enfrentarse al descenso de producción derivado de la orografía del terreno, que dificulta las labores del agricultor frente a otras zonas productoras.
