El pimiento crece un 17% en superficie y un 20% en valor
Asaja advierte que más de la mitad de la producción pierde valor y que la situación de los costes hace que los agricultores se estén orientando a plantaciones más económicas.
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La pescadilla que se muerde la cola. Un año más en estas fechas se van dando los distintos balances de lo que ha sido la campaña agrícola y una vez más parece un déjà vu, porque como cabía esperar no deja muy bien parados a los agricultores, que han vuelto a ‘cosechar’ precios bajos. Ayer fue la organización Agraria Asaja, a través de su presidente Pascual Soler, quienes hicieron un balance que tachan de negativo, sí, pero que en esta ocasión tiene matices preocupantes.
Uno de ellos es que el producto ‘estrella’, o que por lo menos lo era, el tomate, ahora lo es aún menos. Este cultivo continúa perdiendo superficie, un -4,6% en esta 2018-2019, lo que lo ha situado en 10.055 hectáreas. Un fenómeno que contrasta con el del pimiento, que ha crecido nada menos que un 17% y refrenda ya su posición de predominancia con 10.691 hectáreas en la provincia.
En el caso del tomate, este acusado descenso se debe a la creciente competencia de países terceros, principalmente, al auge de Marruecos y la estabilidad de Holanda. El caso es que en poco más de un lustro se han perdido más de 5.000 hectáreas de superficie. Este año se han producido 1.065.830.000 toneladas, un -8% y el precio medio ha caído un -14%, situándose en 0,42. “El problema está en que esta situación provoca un desequilibrio en el resto de cultivos y que también termina afectando al precio de los mismos. Es lógico que los agricultores sean cada vez más proclives a no depender del tomate e irse a otro cultivo, caso del calabacín, que cuenta con menos costes de producción y una entrada en cosecha rápida. Pero esto hace también que baje la cotización de estas alternativas por concentrar oferta”, explica Pascual Soler, quien asevera que “un negocio sin rentabilidad termina por no serlo”.
Por su parte, el precio medio del pimiento crece un 20%, situándose en 0,64 euros, donde hay que destacar que aquellos productores que optaron por el trasplante temprano alcanzaron buenas cotizaciones. Con una producción total de 833.898 toneladas, el valor total ha sido de 533 millones de euros, un 19% más. Pero para bajos precios, rozando el batacazo, los registrados en melón (que este año ha registrado una apuesta después de años de decadencia creciendo un 15% su superficie de producción) y la sandía, con cotizaciones medias de 0,32 (-21%) y 0,25 (-19%), respectivamente. Según Miguel Ángel Serrano, técnico de Sectores Productivos de Asaja, apunta a que el frío tardío en Europa especialmente en el mes de abril, momento de la salida de la cosecha predominantemente del Poniente Almeriense dio lugar a cotizaciones muy bajas, de apenas 20 céntimos en el caso de la sandía por paralización de la venta y pese a la gran calidad del fruto obtenido. Para empeorar la situación aún más si cabe, la sandía ha aumentado en esta campaña su superficie la friolera de un 32%, situándola como el tercer cultivo en extensión de la provincia. Una apuesta que ha arrojado un 25 % más para el valor de la producción total (169 millones de euros), pero debido al fuerte incremento en la plantación y, por tanto, no es un dato real.
En cuanto a las incidencias de esta campaña, en la que se ha contado con 32.575 hectáreas (+2%), desde Asaja destacan que el invierno ha dejado de ser rentable por la competencia externa, unido al incremento de costes de producción (energía, gasóleo, mano de obra…) que está generando que “seamos menos competitivos, de hecho, en productos como berenjena o pepino, de los que tenemos mayor cuota de mercado en invierno, este año los precios en este período han caído”.
Ante esta situación, el agricultor está cambiando de hábitos y de productos, y de hecho para la próxima campaña que hay que recordar la importancia de la planificación, además de que la mitad de los agricultores están fuera de una OP. “El margen ya no es que esté ajustado al máximo, es que para algunos agricultores no ha existido, pues la cosecha de primavera ha sido nefasta en precios y no les ha permitido recuperar las pérdidas del invierno en productos como por ejemplo el pepino”.
Para la próxima campaña desde Asaja apuntan a un adelanto en pimiento y con una mayor superficie, debido a los buenos resultados que está trayendo el pimiento temprano. También se va a incrementar la berenjena (menos coste de mano de obra y menos problemas de virus). De nuevo se pierde algo en tomate, azotado por la tutta en esta última campaña.
Fuente: Diario de Almería