Concluye una complicada campaña del Kaki
La campaña del kaki español llega a su fin. El volumen de producción ha rondado entorno a las 210.000 tn según nos informaba Cirilo Arnandis, Presidente de la DO Kaki Ribera del Xúquer durante la Fruit Logistica en Berlín.
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«Ha sido una campaña complicada» nos decía, «y el veto ruso la ha complicado todavía más. Rusia consume un 20% del kaki español, esto es mucho producto. El porcentaje que no ha ido al mercado ruso ha repercutido negativamente en el mercado centroeuropeo y nacional; y ha hecho bajar los precios. Por otro lado todos sabemos que el kaki no es uno de los productos que salió en la lista para poder retirar desde las organizaciones de productores como medida de mercado, por lo que ha sido doblemente perjudicado y eso se ha visto al final de la campaña». Como dato positivo la buena aceptación del producto en los mercados, C. Arnandis: «hay que decir que el producto se ha comercializado todo».
Tendencia «in crescendo»
De cara a los próximos años nos decía «el kaki va a seguir creciendo pues se está dando una plantación masiva, que a la larga probablemente perjudique la producto. Desgraciadamente en muchas frutas los productores no están sacando rentabilidad necesaria (como son los cítricos y que es nuestra primera fruta en volumen de exportación), lo que provoca que se decanten por el kaki. De alguna forma habría que equilibrar el mercado y que todo el mundo pudiera vivir de las producciones tradicionales.» En cuanto a cifras apuntaba «para 2019/20 podemos estar en 450 millones de kilos. Esto es mucho kaki y es para pensarse estas nuevas plantaciones».
La promoción, muy importante
A nuestra pregunta si hay mercado para tanto kaki nos respondía C. Arnandis: «hasta el momento el mercado se ha ido haciendo con el incremento de producción. Y sobre todo con promoción, en este caso llevada a cabo desde la Denominación de Origen Kaki Ribera del Xúquer – este año hemos invertido cerca de un millón y medio de euros.
Matizar que sería importante que las 200.000 tn de la Ribera estuvieran bajo el paraguas de la Denominación de Origen, lo cual nos permitiría tener un potencial europeo importante. Seríamos una referencia y seguiríamos abriendo mercados con una marca y una denominación que da un marchamo de calidad que no lo tiene el resto de producciones. El mercado europeo busca ese diferencial, sobretodo el cliente. ¿Por qué? Pues porque detrás de ese marchamo hay una calidad, unos controles que exige la DO.»
Fuente: Agronoticias.es