Cómo controlar el tiempo de cosecha con inteligencia artificial
Cámaras de 180 grados, sensores y conectividad para vigilar en tiempo real cómo avanzan los cultivos.
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El Consumer Electronic Show de Las Vegas (CES) es un evento en el que puedes ver un robot bailarín en un stand, para pasar a un robo aspirador en otro y hasta encontrarte una granja inteligente llena de cables sensores y cámaras de vigilancia.
Con un enorme macetero coronado por una minicámara de seguridad, así se presenta la startup nipona PlantIO en Las Vegas (Nevada, Estados Unidos). «Es un proyecto de rediseño de cómo las personas interactúan con las plantas», asegura Kazuhiko Yamazaki, CDO de la compañía.
Con casi cinco años de vida, la compañía japonesa ha desarrollado un ecosistema inteligente para mejorar el cultivo de alimentos y también crear una comunidad en torno a la agricultura.
«La aplicación funciona como una comunidad y permite a los usuarios convertirse en amigos de la granja, donde pueden celebrar eventos en los lugares más cercanos», aseguran los responsables.
Fundada por Takayoshi Serizawa y Taizo Son es un intento por revivir una industria clave que cada vez cuenta con menos personas. En casi una década, el número de productores agrícolas japoneses ha caído de 2,2 millones a 1,7 millones y la edad media es de 67 años.
En España, la agricultura representa el 2,7% del PIB y, como Japón, la mano de obra cada vez es más escasa: «El objetivo es redefinir el estilo de vida de la alimentación y la agricultura».
La base de esta granja japonesa inteligente radica en una aplicación que permite controlar el tiempo de cosecha a través de la inteligencia artificial. Un algoritmo llamado Crowd Farming System es capaz de pronosticar el momento más adecuado para la recogida de la plantación.
Agricultura inteligente urbana
La topografía limita en gran medida la agricultura de Japón, que puede producir solo el 40% de los alimentos que necesita y la solución, cada vez más común, es llevar a las ciudades huertos en las altas torres de las ciudades.
La solución de esta startup equipa equipada con sensores y módulos de comunicación, y una granja comunitaria compartida «IoT farm» para cultivar comunidades al convertir los techos de las instalaciones comerciales y edificios de oficinas en huertos.
Para ello han desarrollado una estructura hexagonal que imita los panales de las abejas, sin embargo su interior es todo tecnología para controlar el estado continuo de la huerta. Smart Planter, que así se llama, está equipado con un medidor de humedad del suelo, un termómetro de suelo, un medidor de sol, un medidor de temperatura exterior y una cámara para observación de 192 grados.
Todos los medidores que incorpora el sistema están dotados de inteligencia artificial que transmite los datos a través de Bluetooth o Wifi a los dispositivos de los granjeros para comprobar el correcto desarrollo de su huerto urbano.
Además, algunos dispositivos más avanzados incorporan una unidad que permite controlar el suministro de agua o los sistemas de inteligencia artificial activan el riego cuando detectan que el agua se ha agotado. «Es posible visualizar en tiempo real la cantidad de agua que no se pudo usar y la absorción estimada de Co2», explican los responsables de PlantIO.
Fuente: Las Provincias