Tomar en serio a los consumidores: el kiwi y el plátano de Canarias
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Poco a poco el sector está comprendiendo que hay que pasar de una dinámica de crecimiento exclusivamente cuantitativa a unas dinámicas más cualitativas. Por un lado, elementos de diferenciación del producto en el mercado, como el sabor, están cobrando mayor fuerza. Por otro, recuperar el placer de comer frutas y hortalizas tiene que ser el eje central de las campañas de promoción de un consumo que tiende a disminuir.
Todo esto pasa por tomar en serio el consumidor. Por ello este verano, la noticia que recogió nuestra revista sobre el kiwi valenciano, me llenó de orgullo. Una gran organización agraria como es AVA-ASAJA, ha tomado la bandera del respeto al producto y al consumidor, denunciando la recogida de productos “verdes que no reúnen los mínimos requisitos de calidad y madurez”.
Lo mismo ha acontecido repetidas veces en otros mercados habituales como Valencia con las clementinas. Llueve sobre mojado. Seguramente por esto, el sindicato valenciano está más sensibilizado que los de otras regiones de España.
https://revistamercados.com/noticia/denuncian-la-recoleccion-prematura-del-kiwi-valenciano/
Como no puede haber un guardia civil detrás de cada agricultor, o tenemos una organización comercial fuerte que controla el mercado (como ha sido el caso durante años con el caqui) o los productores toman consciencia de la importancia de dicho respeto, repetimos al producto y al consumidor.
Se puede morir de éxito
ASPROCAN, la Asociación de Organizaciones de Productores de Canarias, se congratula del aumento continuo de producción de plátano en las Islas, como también recogió nuestra revista.
https://revistamercados.com/noticia/el-platano-canario-aumenta-casi-un-20-en-una-decada/
A mí, al contario, esta noticia me provoca mucha inquietud. Demuestra primero que las ayudas a la producción platanera en Canarias (concebidas para permitir el mantenimiento de este cultivo tradicional) son excesivas y que deben recortarse.
Luego, este aumento es el resultado también de un cambio tecnológico, abandonando las variedades tradicionales y sustituyéndolas por otras, más productivas. Toda la campaña de diferenciación del plátano de canarias se ha basado en la variedad “pequeña enana”, más pequeña, con sus manchitas y ahora están ofreciendo bajo la denominación de origen “Plátano de Canarias” exactamente el mismo producto que la banana latinoamericana o africana.
Esta estrategia no toma en serio al consumidor. ¿Por qué vamos los consumidores a estar dispuesto a pagar más caro un producto si es idéntico al que tiene al lado? La identidad de producto lleva inexorablemente a la identidad de precios.
La pescadilla se acaba mordiendo la cola. Como el coste de producción en Canarias es más elevado que en América Latina o en África y el precio es el mismo, el sector necesita cada vez más ayudas públicas para seguir funcionando. En otras palabras, está apretando la soga que, tarde o temprano, le acabará ahorcando.
Casos parecidos al kiwi se han producido con anterioridad, y un ejemplo conocido fue el del melocotón temprano. Entonces, de esto hace ya al menos quince años, se comprobó que si el consumidor se encuentra al principio de la temporada con frutos muy bonitos pero no comestibles no vuelve a comprar esa fruta en el resto de temporada: consecuencias fatales. Solución: acuerdos estrictos entre productores y cadenas de distribución sobre las características de textura, sabor y jugosidad adecuadas para el consumo y no comercializar partidas demasiado temprano, controlando sus características.
El caso del plátano sólo coincide parcialmente, pero la necesidad de garantía de calidad al consumidor, en relación con las variedades y el origen es el mismo.
Otro aspecto es ayudar al consumidor a conocer cómo terminar la maduración de la fruta en casa…siempre que esté fisiológicamente madura. Control y supervisión.
Un saludo.